FÚTBOL

'De vuelta a Casa', con Luis María Valero - 15/01/24

El periodista murciano nos da su visión semanal acerca de la actualidad deportiva murciana desde otro punto de vista

ondacero.es

Murcia | 15.01.2024 14:39

Hola, Victorio.

Ayer ya vi a varios aficionados del Murcia celebrando el empate en Melilla. No porque se jugara bien, no porque el equipo ofreciera signos de recuperación, sino porque ahora estamos un punto más cerca de salvar la categoría.

Yo les comprendo. Porque una de las cosas más peligrosas que existe en este mundo es la utopía. La utopía aspira a algo improbable, y en la mayoría de casos imposible, y eso sabotea los recursos limitados que existen para salir adelante. Sólo el realismo se sabe adaptar a lo que tenemos ante nuestros ojos. El realismo olvida las ensoñaciones y las ilusiones, y simplemente se amolda a lo que hay.

Pues bien, el Murcia va a necesitar mucho realismo de aquí a final de temporada. El realismo será su aliado, y la utopía será su enemigo. Las fantasías sobre lo que merece el Murcia y sobre el supuesto potencial que tiene esta plantilla deben quedar olvidadas. Ha pasado toda una pretemporada, ha pasado toda una primera vuelta, y no es que esta plantilla se haya venido abajo. No, es que esta plantilla ha tenido una trayectoria absolutamente regular: desde la goleada a manos del Cartagena en pretemporada hasta el empate ayer en Melilla, la imagen ha sido prácticamente la misma durante estos seis meses: un equipo sin intensidad, sin alma, y condenado a vivir de detalles de calidad aislados.

Por supuesto que el Murcia puede enlazar de repente cuatro o cinco victorias seguidas y comenzar a soñar. Pero no hay nada a lo que agarrarse para vislumbrar que algo así puede ocurrir. Lo que nos dice el realismo es que eso ya es terreno de la ensoñación. Y que probablemente hay que empezar a celebrar y a saborear los empates en Melilla.

Buenas tardes.