El pelo nos define. Refleja nuestro origen, nuestra herencia genética y cultural.
El pelo nos representa. Históricamente lo hemos cortado, peinado y teñido; lo hemos cubierto o retocado con postizos.
El pelo nos delata. Contiene nuestro ADN y es capaz de conservar durante años importante información toxicológica.
El pelo habla. El pelo canta. El pelo baila.
Texto: Tatiana Tereshkova