Vol. 186 "Cuchillos y Navajas"

Hace más de veinte años, siendo yo casi una niña, me encontré una serie de tarjetas y documentos a los pies de un cajero, justo aquí al lado de la radio, en la Avenida de la Libertad. Entre la documentación había un carnet que me llamó mucho la atención; era un permiso de arma blanca. En aquel entonces yo era muy buena ciudadana, así que lo llevé todo a una comisaría.

Años más tarde, muchos años más tarde, un amigo nos invitó a cenar en su casa a un grupo de amigos y me pidió que llevara un cuchillo para trinchar el pavo. Yo cogí el cuchillo más grande que tenía y me fui hacia Altorreal (que yo creo que sólo la gente que vive en Altorreal “trincha los pavos”). A mi regreso, y con el cuchillo de 30 centímetros de hoja en el asiento de atrás de mi coche, la policía me dio el alto. Durante unos segundos de pánico recordé aquel permiso de arma blanca y lo entendí todo.

Hace más de dos millones de años que el ser humano utiliza el cuchillo como herramienta. Exactamente el mismo tiempo que se lleva usando como arma.

Texto: Tatiana Tereshkova