El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha anunciado que la Xunta ampliará la bonificación al impuesto de patrimonio, que pasará de un 25% al 50% en el presupuesto de 2023. "Tomaremos decisiones en materia fiscal", ha dicho sobre unas cuentas centradas, ha avanzado, en "proteger la actividad empresarial y a las personas".
"Estamos estudiando otras medidas --en materia fiscal--, pero adelanto que no subiremos impuestos". "Es mucho mejor bajar impuestos que subirlos, no tiene ningún sentido subirlos", ha recalcado en un foro organizado por 'La Voz de Galicia' y en el que ha pronunciado una ponencia sobre 'Competitividad e innovación para una Galicia con más certezas'.
"Estamos acabando de terminar un presupuesto serio al que le faltan variables importantes para acabar de cerrarlo", ha afirmado también en respuesta a las demandas de información sobre el mismo de la oposición.
Críticas al Gobierno por los fondos europeos
En su intervención, ha vuelto a criticar la ejecución de los fondos europeos por parte del Ejecutivo central. "A día de hoy está despertando más incertezas que seguridades", ha manifestado tras rechazar la gestión "centralizada" de los mismos que, a su juicio, está suponiendo, entre otras cuestiones, "la incapacidad reconocida para hacer llegar los fondos a las pymes".
Por ello, ha reclamado un "cambio de sistema absoluto" antes de hablar de la segunda fase de estos fondos. "Que espabile el que tiene que espabilar", ha añadido sobre el Gobierno. "Otra solución para ya es que se descentralicen los 'pertes'", ha indicado sobre los proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica.
Además, en referencia al contexto económico actual y los discursos políticos a este respecto, ha apelado, "frente a triunfalismo sin razón y un catastrofismo sin esperanza", a no "esconder los problemas" y trabajar para "dar esperanzas" y que la economía sea un mundo de "oportunidades".
"La vía del sentidiño, analizar las cosas, ver lo qué hay y dar soluciones", ha expuesto el titular del Ejecutivo gallego en una intervención en la que ha admitido que el invierno "va a ser duro".
Con todo, ha considerado que hay "indicadores para el optimismo", aludiendo, entre otros, a los datos del paro, aunque admitiendo que hay que avanzar "mucho" para responder a las necesidades de empleo y adaptarlas a lo que pide el mercado.