PREMIO EUROPEO CARLOS V

El Rey Felipe VI ha entregado hoy en Yuste el Premio Europeo Carlos V al político portugués Antonio Guterres

Tradicional acto en el Real Monasterio de Yuste al que también han acudido el presidente de la República de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, el primer ministro luso, António Costa, el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación del Gobierno de España, José Manuel Albares así como las principales autoridades extremeñas.

Redacción

Extremadura | 09.05.2023 07:16

Onda Cero
El Rey Felipe VI entrega hoy en Yuste el Premio Europeo Carlos V al político portugués Antonio Guterres | Onda Cero

El secretario general de la Organización de Naciones Unidas , António Guterres, ha alertado de que en el mundo actual "la paz es esquiva y se encuentra debilitada", mientras "la violencia campa a sus anchas en demasiados rincones del planeta". Una situación ante la que ha recordado que "la paz nunca debe subestimarse ni darse por sentada", sino que es necesario "trabajar por y para ella, todos los días, sin descanso", máxime "en un mundo que se está desgarrando", en el que se deben "curar las divisiones, prevenir las escaladas, escuchar los agravios". Para ello, "en lugar de balas, necesitamos arsenales diplomáticos", ha reivindicado el secretario general de la ONU, quien ha apelado a la "negociación, mediación, conciliación, arbitraje" para "resolver pacíficamente" los desencuentros. En su intervención, Guterres se ha mostrado "sinceramente emocionado" por recibir este Premio Europeo Carlos V, algo que ha hecho en nombre "de toda la Organización de las Naciones Unidas, y ha recordado que en el Monasterio de Yuste "se retiró con humildad uno de los hombres más poderosos, si no el más poderoso, de su tiempo", Carlos V, quien "más allá de ser emperador, fue un hombre de contrastes".

FELIPE VI

El Rey Felipe VI ha defendido que "Europa debe hacer valer su voz" en el momento actual en el que se está reconfigurando el orden mundial, al tiempo que ha apelado a la solidaridad de todos los estados miembro de la UE frente a desafíos como el migratorio o la transición hacia las energías renovables. El Rey ha resaltado que la UE es "un proyecto y una forma de vida basada en valores que han edificado el mejor lugar para la democracia, los derechos, la libertad, la igualdad y la solidaridad" y en el contexto actual debe trabajar para hacer de estos principios "su bandera en el mundo". Don Felipe destaca que cuestiones como "la transición hacia las energías renovables" o el "desafío humanitario de los refugiados y de los migrantes", "deben motivar una respuesta colectiva, porque la UE no se puede entender sin la solidaridad de la totalidad de sus Estados miembros y de todos los ciudadanos europeos". Además, ha subrayado necesidad de que Europa tiene que hacer frente al desafío de la guerra de Ucrania, también sepa "reafirmarse y cohesionarse aún con mayor fuerza y decisión".

PRESIDENTE DE LA JUNTA

Por su parte, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha destacado el papel que va a jugar la comunidad autónoma a la hora de propiciar la "autonomía energética y estratégica" de Europa en el nuevo tablero geopolítico que está dibujando la guerra en Ucrania, gracias a su capacidad para la producción de renovables. Remarca que hemos llegado tarde a la revolución industrial, llegamos a destiempo en otros muchos momentos, pero ahora estamos a la hora de Europa, que es la hora de España y la hora de Extremadura". Vara ha felicitado al galardonado, Antonio Guterres, a quien ha definido como un portugués universal que "ha tenido que bregar mucho desde sus distintas responsabilidades y en unos tiempos minados de desafíos". Fernández Vara ha defendido que la paz es el único que puede llevar al futuro. "La Europa unida nació como un proyecto de paz y nos ha demostrado que es nuestro camino", ha señalado, para añadir que cualquier "atajo" condenaría al continente a caminar "sin rumbo" en un mundo en el que "están cambiando las coordenadas". Una Europa que vive la guerra de Ucrania ya sea, ha dicho, por el coste de la energía, por la escasez de los cereales o por los cambios geopolíticos y de alianzas en el tablero internacional, que obliga a cada país a "elegir camino para decidir el futuro".