El 48,9 por ciento de la juventud extremeña se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión, según los datos del Observatorio de Emancipación Juvenil para Extremadura correspondientes al segundo semestre de 2020.
La tasa de desempleo entre los jóvenes, se situaría en un 37%, la cuarta más alta del conjunto de regiones. Siendo un desempleo más femenino, casi el 42%, frente a masculino, sobre el 34%. Además la temporalidad de los contratos estaría por encima del 61%.
Sólo el 4,2 por ciento de los nuevos contratos firmados durante el segundo semestre fueron indefinidos. En esta línea, el 14,6 por ciento de los jóvenes empleados son subocupados y el 54,5 por ciento de los jóvenes empleados son sobrecualificados, es decir, tienen una formación superior a la que demanda su puesto de trabajo.
El salario medio neto de una persona joven en el segundo semestre de 2020 fue de 9.541,68 euros divido en 12 pagas de 795 euros al mes. En un cómputo global, el salario baja un 2,28 por ciento con respecto al año anterior, siendo este uno de los más bajos del país.
Así, en este sentido, en Extremadura, para que una persona joven en solitario pueda emanciparse, tendría que destinar casi un 54,8 por ciento del salario en la provincia de Badajoz y un 51,4 por ciento en provincia de Cáceres para poder alquilar, mientras que las instituciones financieras recomiendan no emplear más del 30 por ciento en estas necesidades básicas.
Esta situación señala que los jóvenes en Extremadura sufren riesgo de pobreza y exclusión, con un baremo en torno al 48,9 por ciento con respecto al total de la población, uno de los más altos de España, afectando al 48,9 por ciento de las personas menores de 30 años y al 47,7 por ciento el grupo entre los 30 y los 34 años.
