El Ayuntamiento de València ya ha definido las medidas de ayuda a las personas mayores que exigirá a las entidades bancarias que quieran trabajar con el consistorio. Medidas que responden al compromiso adquirido por el gobierno local después de la reunión que mantuvo hace varias semanas con Carlos San Juan, el valenciano impulsor de la campaña “Soy mayor, no idiota” para reclamar a los bancos facilidades y sensibilidad hacia los usuarios mayores.
Son tres los requisitos que, según ha explicado el alcalde, Joan Ribó, serán “imprescindibles” para aquellas entidades financieras que a partir de ahora quieran optar a algún contrato con el Ayuntamiento. El gobierno local les exigirá que garanticen un horario especial e individualizado de atención presencial a los mayores de 65 años. También que se facilite a este colectivo toda la información en papel, siempre que lo soliciten. Y por último, que eliminen todas las barreras y obstáculos en el uso de los cajeros.
Estos requisitos figurarán en el pliego de prescripciones técnicas particulares que regirán el acuerdo marco de servicios financieros bancarios entre el Ayuntamiento de València y hasta un máximo de seis entidades de crédito. Ribó ha explicado que de esta manera se da cumplimiento al acuerdo aprobado en el pleno municipal del pasado mes de enero en pro de una banca “amigable” con los mayores:
El Ayuntamiento de València anunció también que estudiará la posibilidad de penalizar a los bancos que no sean sensibles con las necesidades de los mayores, aplicándoles un recargo en la tasa municipal por la colocación de cajeros en la vía pública.