Tras ser puesto a disposición judicial ha quedado en libertad con cargos.
Según ha informado la Guardia Civil, e robo se produjo a finales de verano del año pasado, cuando el sospechoso acudió a una joyería de Monóvar "interesado" en comprar varias piezas de oro. Le dijo a la dependienta que le enseñara varias joyas y se decidió por cinco de ellas: dos colgantes de oro con piedras preciosas, otras tantas cadenas de oro y un reloj, todo ello valorado en más de 10.000 euros.
El ahora detenido dejó en cuenta 100 euros y pidió a la empleada que metiera los artículos elegidos en un joyero, que lo precintara y lo guardara en una bolsa, ya que pasaría a por ellas más tarde cuando tuviera el dinero. Sin embargo, nunca regresó.
La dependienta, extrañada por el modo de actuar de este "cliente", sacó el joyero que había guardado con las joyas y, al abrirlo, descubrió que estaba completamente vacío.
Es más, cuando revisó las cámaras, se dio cuenta de que la había estado distrayendo hábilmente mientras él sustraía las joyas.
Según la Guardia Civil, se trata de "un delincuente “escurridizo” que en un año viajó varias veces a su país de origen y cambió en diversas ocasiones de domicilio para intentar despistar a los agentes, pero que, finalmente, este pasado mes de noviembre, fue localizado y capturado en la pedanía murciana de La Alberca.