Era un secreto a voces pero finalmente ya ha sido aprobado por el Consejo Interterritorial: todas las comunidades autónomas se cerrarán perimetralmente entre el 17 y el 21 de marzo (en San José) y del 26 de marzo al 9 de abril (en Pascua).
Esto significa que los castellonenses tendrán que hacer frente a unas fiestas atípicas y solo podrán moverse dentro de la Comunitat y practicar el turismo de proximidad.
De esta forma, Castellón se prepara para una Semana Santa sin desplazamientos, para la que el president de la Generalitat, Ximo Puig, ha pedido un "último esfuerzo". Esta situación de limitaciones a la movilidad junto con la vacunación servirán para "tener un mejor verano".
CONSECUENCIAS EMPRESARIALES
Cerrar todas las autonomías en una fecha tan marcada como la Semana Santa es algo que afectará y mucho al empresariado, sobre todo al sector turístico y hostelero. En este sentido, el presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, acepta este "duro golpe", siempre que esto sirva para "salvar la campaña de verano".
Tras la decisión adoptada por el Consejo Interterritorial, cada comunidad autónoma podrá reforzar las medidas en los próximos días.
