Otra final para el Barcelona de Xavi. El conjunto Azulgrana va de final en final y con máxima exigencia en todos y cada uno de los partidos que disputa en las últimas semanas. Ese es el peaje que tiene que pagar un mal arranque de temporada, los errores cometidos en el pasado, que están penalizando actualmente y que tardarán en recuperarse.
El Barcelona llega exigido a Nápoles por un partido de ida en el que mereció un mejor resultado y en el que solo la mala puntería era especial de Ferrán Torres impidió que llegara al estadio napolitano con una renta suficiente como para afrontar el partido con ciertas garantías.
En la parte positiva queda el hecho de la superioridad que demostró durante los 90 minutos en el partido de ida el equipo Barcelonista, en la parte negativa que tiene que jugarse el ser o no ser por segunda vez en un torneo europeo en una misma temporada en campo contrario ante un público exigente y un equipo altamente competitivo como es el Nápoles.
No será fácil el choque de mañana, no en vano los locales están luchando por el Scudetto italiano y han estado apunto de ser líderes de la liga transalpina y solo un empate en Cagliari en la última jornada les ha impedido estar en lo más alto de la tabla de un torneo en el que compiten equipos tan importantes como la Juventus o el Inter de Milán.
Afortunadamente Xavi cuenta en esta oportunidad con buena parte de los futbolistas importantes de la plantilla, excepción hecha del brasileño Alves, pero la presencia en la zaga de Pique y Araujo garantiza cuando menos un equipo más sólido en la línea defensiva arropado por un Alba que está en un momento de forma extraordinario y un Dest que está creciendo considerablemente.
Hasta ahí no hay dudas, a partir del medio del campo es donde surgen las posibilidades y las variantes complicadas a descifrar.
La primera y más importante es el jugar con cuatro centrocampistas o con tres delanteros. Me da la sensación de que inicialmente Xavi apostará por los cuatro hombres en el medio campo es decir sacrificar a un Punta y meterá a los Busquets, de Jong, Pedri, y Gavi. El Barcelona debe jugar con inteligencia y por tanto sabe que no puede arriesgar y que debe protegerse con un empate que de momento deja la eliminatoria en lo alto.
Nos quedan dos puestos. Es evidente que uno será un extremo, o bien Adama o bien Dembélé. Me inclino más por el francés pero todo puede pasar. Y en la otra demarcación lucharían el hombre de moda Aubameyang con el fichaje millonario Ferrán Torres. Lo normal es que el entrenador apueste por la racha goleadora de Aubameyang y después tenga varias alternativas por si el partido se le tuerce.