Ha sido difícil el camino hasta aquí. Incluso en la recta final del torneo se han caído desgraciadamente varios jugadores por inoportunas lesiones. A las puertas de comenzar han visto cómo se rompía un sueño de cuatro años. Una oportunidad que para algunos solo existirá una vez en la vida. Es de una enorme crueldad pero así de exigente es el mundo del deporte en la Alta competición.
Ya estamos todos. Treinta y dos selecciones. Ocho grupos de cuatro selecciones y un solo campeón. El próximo día 18 de diciembre, a las puertas de la Navidad conoceremos al equipo que sucederá, si es que no repite título, a la Francia de Deschanps, Mbappé, Griezmann y Benzema.
Mi pronóstico ha sido claro en los últimos días. Creo que Argentina y sobretodo, Leo Messi se llevarán esta edición. El genio rosario esta en un momento de juego y de confianza enormes y parece que el grupo le acompaña y ha asumido el peso de acompañar a un jugador de leyenda en el momento de la verdad.
Muy cerca de los argentinos, casi a la par, uno en el favoritismo a los brasileños de Tite. Tiene el mejor ataque con diferencia. Hasta 9 delanteros de renombre a cada cual mejor. Neymar, Vinicius y compañía serán uno de los grandes atractivos y animadores del torneo y deben llegar muy , muy lejos.
Y luego está Europa. Con los franceses a la cabeza, muchos buenos jugadores pero poco juego colectivo. Ese puede ser su gran handicap.
Mbappé, Benzema, Griezmann, Dembelé y compañía son garantía de muchas cosas en ataque. Tienen bajas de consideración pero estarán cerca del título.
Alemania, aunque en menor medida últimamente, Bélgica y su generación de veteranos, Inglaterra y sus gran hornada de futbolistas, Portugal y el elenco de figuras que tiene. Holanda y la dirección del siempre carismático Van Gaal, y por supuesto ESPAÑA, con el liderazgo de Luis Enrique son los otros equipos llamados a competir la hegemonía de los sudamericanos. Todos ellos con el potencial suficiente como para valorar su candidatura a competir el Mundial hasta las últimas consecuencias. Luego estarán los factores correctores como la suerte, pero, siempre a priori, entre este elenco de combinados deben estar los últimos equipos que aspiren a ganar la Copa del mundo. Alea Jacta est. La suerte está echada. Que gane el mejor.