Noticia de enorme impacto y calado que no ha dejado indiferente prácticamente a nadie y que va a provocar precisamente lo que pretende la firma que viste al Fútbol Club Barcelona que se hable de la equipación y del uniforme de los, no siempre, Blaugranas. En los últimos años la firma deportiva ha traspasado muchas líneas y ha ido a puntos muy significativos que han generado malestar, incomprensión, sorpresa y expectación entre los aficionados del Barcelona.
Es habitual ver segundas y terceras equipaciones de colores púrpura, oro, rosa, muy poco habituales en el mundo del fútbol pero son los tiempos modernos y no solo el Barcelona se ha salido de esa línea Histórica, el Real Madrid, hasta el Athletic de Bilbao más tradicional que ninguno prácticamente todos los equipos han ido modernizándose y situándose lejos de lo que habría sido el marketing tradicional. Las empresas de ropa deportiva pagan y exigen, y se creen en disposición por contrato de poder hacer cualquier cosa con las equipaciones de los equipos.
Para ello en pagado importantes cantidades y de nada sirve que los aficionados se lleven las manos a la cabeza, quien paga manda, y hemos llegado a esta situación que muchos casos de la sensación de que si se extralimita. Personalmente soy una persona de gustos tradicionales y que además entiende Que una cosa es variar los uniformes sobre una base de colores, en el caso del Barcelona el azul y el grana, y otra es irse a las antípodas para buscar la originalidad porque al final se pierde la identificación con el uniforme. Todo sea por vender camisetas. Todo sea por innovar.
Pero en este caso que nos ocupa se traspasan muchos límites e incluso en algunos casos se hieren sensibilidades pues el Barcelonista tradicional es reacio a esta opción de usar una camiseta del color del eterno rival de la misma forma que entendería que al madridismo no le gustara una equipación con colores blaugranas de su eterno rival, no se sentirían identificados. Pero el daño ya está hecho no servirá de nada protestar, el contrato se lo permite y al final por el morbo que genera una camiseta que no dejará de ser histórica, será vendida lo suficiente como para demostrarle a la firma deportiva que no estaban equivocados, porque al fin y a la postre eso es lo que persiguen vender ,vender y vender a costa de lo que sea.