Lleva algo más de 6 meses en el cargo Joan Laporta y se le han acumulado los deberes, las tareas y los problemas. No cierra una vía de agua y se le abre otra incluso mayor. Ya no es solo tratar de enderezar el capitulo económico, lo más importante posiblemente en estos momentos, si no tratar de que en esta precaria economía de guerra no afecten el rendimiento deportivo de la plantilla y que asi esté a la altura del nombre de la institución. Y de momento no lo ha conseguido.
Decisiones drásticas en lo económico, difícilmente comprensibles algunas. Como la no renovación de Leo Messi y la información que apunta a que se hicieron gestiones para tratar de traer de vuelta a Dani Olmo desde el Leipzig con el consiguiente desembolso económico que no se podía hacer para retener al mejor jugador del mundo. Una operación la de Messi que conllevaba recibir más dinero de patrocinadores en todos los aspectos.
Lo mismo ocurrió con Griezmann aunque aquí el éxito radicaba en no tener que pagar la elevadisima ficha del delantero francés. Solo el ahorro ya era el éxito de la operación.
Pero el equipo ha quedado muy huérfano y a las primeras de cambio nos hemos dado cuenta de que su relevo, Luuk De Jong, un suplente que era del Sevilla, no parece estar para muchas correrías.
Pero el capítulo principal radica en el banquillo. En la controvertida figura de Koeman. Independientemente de que tenga más o menos mimbres para tratar de competir por todo, que parece que no los tiene y que d e momento no le da, incluso aunque aparezcan los lesionados de larga duración. El problema es que Laporta no cree en Koeman y solo lo mantuvo por el desembolso económico que generaba la contratación de su sustituto. Así no puede salir bien.
Laporta además no amaga su decepción con algunas de las decisiones que toma su entrenador y en ese sentido es un Presidente intervencionista con el riesgo que conlleva y máxime conociendo la personalidad del técnico holandés.
Difícil arreglo. Laporta dice que lo arreglaremos. Me alegra saber que este era uno de los escenarios que dibujaban cuando afrontaron el comienzo de la temporada y del mandato. Es decir que no les sorprende. Lo que no se es si también tenían preparadas las respuestas. Por lo visto hasta ahora, permítanme que lo dude. Ojalá me equivoque.