Toledo es una de las provincias con más mortalidad de linces en España. En tres años han muerto al menos 95 ejemplares, 78 de ellos por atropello y 1 por caza ilegal; si bien en 2019 se registraron 8 linces muertos por esta segunda causa que se considera infravalorada en las estadísticas.
La asociación denuncia la complacencia con la que se está manejando este problema y reclama medidas inmediatas de prevención de atropellos y de vigilancia de prácticas cinegéticas ilegales que ponen en riesgo el futuro de la especie.
Ecologistas en Acción de Toledo ha elaborado el “Informe sobre mortalidad de lince ibérico (Lynx pardinus) en la provincia de Toledo entre 2021 y 2023” a partir de datos facilitados oficialmente tras una solicitud de información ambiental presentada ante la Consejería de Desarrollo Sostenible. Los registros de mortalidad de lince ibérico permiten conocer la gran magnitud y las causas que están detrás de las muertes de lince en la provincia.
Entre 2021 y 2023 se han registrado 95 ejemplares de linces encontrados muertos en la provincia de Toledo, un promedio de más de 30 ejemplares por año. La ratio de mortalidad en el año 2022 alcanzó el 14% de la población toledana, cuando para el conjunto de la población ibérica se cifra en un 9,2 %. Es decir, hay una significativamente alta mortalidad de linces en Toledo respecto de la que hay en otras poblaciones.
Destaca muy llamativamente como primera causa de mortalidad registrada el atropello en carreteras, computándose 78 casos del total registrado, estos es, un 82% del total. En 2022 se registraron 30 atropellos lo que implica un 11% de la población total, cuando en el conjunto de la población hispano-portuguesa la tasa de mortalidad por esta causa es del 6%, prácticamente la mitad.
Por otro lado, se considera que está infravalorada la mortalidad de la especie, puesto que resulta imposible localizar todos los ejemplares que perecen, singularmente si fallecen en lugares recónditos o han sido ocultados por alguna causa. En este sentido es llamativo que mientras para el conjunto de la población ibérica la tasa de mortalidad por caza ilegal (por disparo, trampas, lazos, veneno) es del 5%, en Toledo solo se ha detectado un caso de muerte achacable a este factor en tres años.
Hay que recordar en este sentido que en 2019 se detectaran 4 casos graves de caza ilegal en la provincia, que dieron lugar a la muerte de 8 linces.
En los atropellos se observa que se registran en toda la zona de distribución de la especie en la comarca de los Montes de Toledo, especialmente en el piedemonte, con algunos casos esporádicos fuera de esta área. Más del 90% de los atropellos se localizan en esta zona tan concreta y más del 60% en solo cuatro tramos de carretera muy bien conocidos.
Las carreteras que concentran mayor porcentaje de los sucesos de mortalidad se ubican en el cuadrante entre las localidades de Toledo, La Puebla de Montalbán, Navahermosa y Mazarambroz, es decir, en una zona relativamente humanizada y con numerosas infraestructuras viarias arregladas en los últimos años. Revisadas estas carreteras de mayor siniestralidad se ha constatado que solo en un tramo de una de ellas, la CM410 entre Cuerva y Mazarambroz, se han puesto en práctica medidas de prevención de atropellos, estando estas medidas ausentes en el resto de la red viaria.
Ecologistas en Acción propone la implementación de un plan de choque en el que, principalmente, se contemplen medidas como el aumento de las inspecciones de tramos de carreteras y de cotos de caza potencialmente conflictivos en relación a la mortalidad de lince ibérico; o divulgar periódicamente al menos con carácter anual los datos de mortalidad registrada y las medidas correctoras y sancionadoras adoptadas