Los vecinos de Solanilla del Tamaral, pedanía de Mestanza, van camino de sufrir un mes sumidos en la frustración y el malestar debido a la persistente mala calidad de agua que sale de sus grifos.
Desde el pasado 12 de marzo, el agua presenta una fuerte turbidez que impide su utilización y que ha sido declarada como no apta para consumo humano.
Los vecinos de esta pedanía lamentan que el Ayuntamiento de Mestanza no pone remedio ni facilita alternativas, imposibilitando usar el agua para beberla o cocinar, además de dificultar otras tareas básicas como la higiene personal, lavar la ropa o fregar los platos, debido a la suciedad con la que llega el agua por la red de abastecimiento, como ha explicado a Onda Cero uno de los vecinos, José Antonio Nieto.
Esta situación está obligando a depender de agua embotellada para beber, que los vecinos tienen que pagar de sus bolsillos. Son unos 30 residentes en esta pedanía, en su mayoría ancianos, pero también con una población flotante que duplica o triplica el número de habitantes en fechas puntuales.
La pedanía de Solanilla del Tamaral no cuenta con pozos, sino que se abastece desde una docena de nacederos o manantiales que al parecer no se han limpiado hace más de dos años.
Consideran que la solución no pasaría únicamente con limpiar el depósito, sino que el Ayuntamiento tiene que actuar en el origen y arreglar y mantener las captaciones.
Además, los vecinos descubrieron que desde noviembre del año pasado había un informe que ya calificaba el agua de la red de Solanilla como agua no apta para el consumo debido a la presencia de tóxicos fitosanitarios once veces superior al límite paramétrico establecido por ley.
