La poesía, la prosa y los sentimientos de un alcazareño residente en Sevilla, llenaron el Teatro en el pregón de Semana Santa 2022 al que se vuelve después de dos años de pandemia. La sensibilidad de Javier Benezet Mazuecos transmitió a los asistentes su amor por esta celebración religiosa, a la vez que consiguió descubrir, los valores de cada una de las Hermandades, Cofradías y pasos de Semana Santa que tenemos en Alcázar; y a los que, después de sus palabras, muchos mirarán de otra manera. Javier Benezet Mazuecos demostró conocer cada detalle de nuestra imaginería, consiguió demostrarnos su valor y transmitir la belleza de cada uno de ellos, con su poesía, desnudando sus sentimientos y percepciones ante cada una de las procesiones que recorren las calles durante los días de Pasión y Gloria que componen la Semana Santa. Ninguna Cofradía es más que otra, ninguna Hermandad es pequeña, todas tuvieron su momento, su poesía, su aprecio en las palabras que puso el pregonero para cada una de ellas.
Así entre prosa y verso aderezado con una gran sensibilidad por todo detalle discurrió el pregón de este cardiólogo que no ha perdido su vínculo con Alcázar.
Un pregón en el que el presidente de la Junta de Cofradías, Rafael Quirós, manifestaba su alegría de poder volver a celebrar la Semana Santa después de dos años. En este año, a pesar de estar anunciado desde 2019, decía que por fin, podemos contar con la presencia de Javier Benezet Mazuecos. Se mostraba contento después de mucho tiempo esperando que lleguen estos días, que son de trabajo, de bullicio, de estar con la gente, la familia, de poder estar en la calle por fin, y de disfrutar de la familia y de todo el trabajo que las Hermandades y Cofradías alcazareñas realizan durante todo el año para que todos disfrutemos de la Semana Santa. Quiso desear a todo el mundo muy buena Semana Santa, “a disfrutar de ella, de todo lo que significa”.
La alcaldesa, Rosa Melchor, quería dar las gracias al presidente de la Junta de Cofradías y la enhorabuena, así como reconocer al pregonero como parte de Alcázar. Un año en que se vuelve a recuperar la Semana Santa, ya que en el 2020 fue imposible hacer nada, decía, el año pasado se hizo lo que se pudo y este año parece que “va a poder ser una Semana Santa tradicional, tal y como se conoce en Alcázar y lo vamos a poder celebrar disfrutando otra vez de sus pasos en la calle, de los hermanos, de los cofrades, de todas las Hermandades y Cofradías que representan un momento de los que demuestran la Fe de los creyentes, pero además atraen a muchas personas a visitar nuestra localidad, muchos de ellos que
vienen a reencontrarse con sus familias y otros muchos que vienen a conocer La Mancha y Alcázar de San Juan”. Estamos muy contentos de poder volver a recuperar la normalidad y que esa normalidad se extienda a todos los ámbitos de la ciudad. No quiso, en su intervención dejar de recordar a los que nos han dejado con motivo de esta pandemia de la que parece estamos saliendo. La alcaldesa resumía la Semana Santa con cinco palabras que evocaban sus recuerdos: sonidos, olores, sabores y sentimientos; y en este año 2022, reencuentro.
Javier Benezet Mazuecos celebraba también poder volver a celebrar este acto, un pregón que quería “que fuera la puerta de la esperanza, a la que todos nos agarramos para, poco a poco, volver a retomar nuestra vida diaria recordando a todos los que desgraciadamente se quedaron en camino y tenerlos muy presentes”. Que nos sirva para aprender de lo que nos ha pasado y sirva para que seamos mejores personas, decía. Para él es un sueño pregonar la Semana Santa de su pueblo, “del pueblo que te vio nacer”, donde tiene recuerdos imborrables. La propuesta fue en 2019 pero hasta este año no ha podido ser.
Vivo en Sevilla, explicaba, y cuando me preguntan siempre hablo de Alcázar de San Juan; como me ven a mí, y oyen lo que cuento, piensan que es una tierra de gente buena, con valores, de gente que ha dado mucho por todo.
Este pregón resume mis vivencias, manifestaba, es un reto muy grande, es una vuelta a la esperanza. Un pregón que también guarda el espíritu de fraternidad que demostró siempre su bisabuelo Rafael Mazuecos, -en quien de alguna manera estaba inspirado-, porque, decía, que él nació aquí en la calle Doctor Mazuecos, y sabe que es una persona muy querida en el pueblo que, como médico y como escritor, ha recogido la historia de Alcázar de San Juan, de las familias, de la gente que pasó por aquí, relataba. Yo tuve la suerte de conocerlo, añadía, y, aunque falleció en 1988, cuando yo era pequeño, lo conocí y hablé mucho con él y me impresionó la forma de pensar y de vivir; y todo lo que vemos en la infancia, nos impregna, aseveraba, son recuerdos que llevamos para toda la vida y “ese es mi origen, el de una persona que quería a su pueblo por encima de todo, a todas las personas con las que convivió, y quiso conseguirles un pueblo mejor del que se encontró a través de su profesión, la sanidad, y de lo que él también hacía muy bien, que era escribir, de forma que quedara un legado para siempre, para que quienes quisieran conocer y saber qué era Alcázar de San Juan y de donde provenían las distintas cosas de nuestro pueblo, pudiesen recurrir a sus libros para encontrarlo cuando pasasen los años.
En el acto, presentado por Diego Ortega, amigo del pregonero, también intervino el consiliario Ángel Luís Montalvo, quien recordaba los momentos duros de la pandemia que vivió, que vivimos todos, recordó a los que ya no están y deseaba una sociedad mejor, sin guerras, sin muerte ni dolor
Para terminar la Banda de Música culminaba con su concierto, un pregón de Semana Santa que después de años, se celebraba en el Teatro Emilio Gavira.