Esta vez así. Después de la decepción de la semana pasada ante el Andorra, el Oviedo se sacó la espina y logra la primera victoria de la temporada ante un rival en teoría más potente, pero que fue superado por el equipo de Bolo en todas las facetas del juego.
Marcelo Flores fue el jugador azul más destacado en la primera parte, y suyas fueron las mejores ocasiones. Tras el descanso emergió la figura de Borja Bastón, que se aprovechó de una gran jugada de Lucas Ahijado para forzar el claro penalti que decantó el partido del lado local. Desde los 11 metros el pichichi oviedista no perdonó, y pocos minutos después vio como Avilés era expulsado con roja directa (a los pocos segundos de entrar) al tratar de cortar una acción suya en banda.
La afición (12.121 espectadores) celebró por todo lo alto el triunfo, y se conjura ya para repetir el domingo en El Sardinero ante el Racing. Bolo recuperará a Enrich, tras cumplir un partido de sanción, y estará pendiente de la evolución de Borja Sánchez, Luismi, Viti, Costas, Miguelón y Pomares que fueron baja por lesión.
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