CON ÁNGEL ALONSO

Floro, el opositor fallido

Luis Manuel Flórez, Floro, ha renunciado a su acta de concejal y a su cargo como portavoz del grupo municipal socialista. Ganador de las primarias que forzó el Psoe para echar a Ana González, ha estado dos años en la política institucional. Dos años en los que se ha mantenido en un segundo plano. Con nuestro ANALISTA POLÍTICO valoramos su paso por la política.

Guillermo Figueroa

Gijón |

Floro era una persona conocida y reconocida cuando decidió dar el salto a la política. La base era buena, pero la popularidad solo facilita la entrada. Mantenerse requiere de más cosas. Floro ha tenido un liderazgo carismático y testimonial más que otra cosa, porque no ha llegado a ocupar el papel de líder opositor. Y mantenerse en un segundo plano como portavoz tiene un coste para el partido. Los silencios también comunican, explica Ángel, y no tener visibilidad en la oposición da alas a otros partidos aunque tengan menos concejales.

Ángel cree que el momento del paso atrás de Floro no es casual. Estamos en el ecuador del mandato y entramos en lo que en teoría política se denomina "precampaña invisible". Los partidos que aspiran a ser alternativa de poder deben empezar a tomar posiciones y hacerlo con un portavoz sin el peso suficiente puede ser un obstáculo. Si el Psoe gestiona bien el cambio que supone la renuncia de Floro puede sacar provecho y recomponer su estrategia política. Una estrategia que no ha sido reconocible con Floro al frente.

Nadie pone en duda los valores de Floro y el respeto que todos le tienen. Hubiese podido ser un buen alcalde, donde los requisitos que se piden o se demandan son diferentes a los que necesita un líder de la oposición. Floro no era incisivo ni ha logrado marcar la agenda política. Su sustituta, Carmen Eva Pérez, debería aprovechar para ganar visibilidad y peso o corre el riesgo de tener una imagen de interina que sería contraproducente para el Psoe.

La apuesta por Floro no le ha salido bien al Psoe. Un buen político requiere, según las ciencias políticas, legitimidad, competencia y comunicación.