¿Alguna vez le ha costado encontrar las palabras al mantener una conversación? Puede parecer trivial, pero es una muestra silenciosa de cómo uno está envejeciendo y suele ocurrir mucho antes que las canas o la vista cansada.
Lejos de parecer una simple molestia, dudar al encontrar ciertas palabras, puede ayudar a los médicos a detectar problemas en las redes neuronales años antes de que aparezcan otros síntomas.
Dificultad para encontrar palabras
Estos primeros trabajos de la Universidad de Toronto y Baycrest Health Sciences relacionan esta dificultad con las mismas vías neuronales que fallan con el Alzheimer. Señalan que la lentitud del habla, es lo que más se relaciona con la salud cognitiva.
Además, hay nuevos datos que demuestran que los adultos capaces de hablar con más fluidez suelen vivir más que los que tienen un habla vacilante. Los científicos recomiendan buscar pistas en pausas espontáneas como "um" o "eh" y de los momentos de "lo tengo en la punta de la lengua".

¿Cómo lo descubrieron?
Este estudio incluyó a 125 adultos de edades que oscilaban entre 18 y 85 años. Les hicieron participar en tareas online diseñadas para medir cómo respondían a distintos estímulos. En la pantalla se mostraba por ejemplo la imagen de un perro, mientras que parpadeaba la palabra "gato".
Fue el tiempo de reacción global lo que les indicaba lo deteriorado o no que se encontraba el sistema cognitivo. Según señalan, de esta manera identificaron mucho mejor los síntomas que en una simple conversación cotidiana.
¿Qué se puede hacer para prevenirlo?

Los investigadores aseguran que los hábitos cotidianos son muy importantes. Seguir conversando, narrar cuentos, juegos de palabras o incluso lanzarse a aprender nuevos idiomas puede fortalecer en gran medida las redes neuronales y prevenir enfermedades a largo plazo.
También recomiendan a los familiares y círculos cercanos que cuando no se encuentran las palabras o se les olvida un nombre, es mejor tener paciencia que intentar terminal el pensamiento por él.