Después de que la consejera de Servicios Públicos, Natalia Chueca se reuniera el martes con asociaciones hosteleras para transmitirles la necesidad de que su actividad no sea origen de molestias vecinales, colectivos como Stop Ruido Casco Histórico se muestran críticos con las medidas acordadas, que pasan por el reparto de 200.000 posavasos, 2.000 pegatinas y anuncios difundidos en diferentes soportes con mensajes para que los clientes de las terrazas respeten el descanso de los vecinos.
El portavoz de esta asociación, Miguel Morte, cree que se debe esperar del Consistorio algo más que repartir publicidad esperando que sirva de algo y acusa al gobierno de Jorge Azcón de haberse plegado a las presiones de la hostelería redactando una Ordenanza a la carta para satisfacer los intereses del sector.
Morte sí valora positivamente, en cambio, que la Policía Local esté llevando a cabo inspecciones en las terrazas, donde se han detectado infracciones como el exceso de mesas (un 20%) o el uso de más espacio de la vía pública del permitido (un 36%) y recuerda que desde su asociación llevan meses alertando de estos incumplimientos.