Un centenar de vehículos procedentes de los valles orientales del Pirineo ha partido esta mañana desde Barbastro en dirección Gurrea para pedir el fin de los confinamientos provinciales y la apertura de las estaciones de esquí. A su llegada a Huesca se han sumado a la caravana otros tantos manifestantes procedentes del valle de Tena y de la Jacetania. Entre los participantes había empresarios y trabajadores de empresas de hostelería, distribución comercio, sector agroalimentario y vecinos de todos los valles que han vuelto a poner de manifiesto la necesidad de abrir las estaciones de esquí para poder recuperar la actividad económica en el norte de la provincia, haciéndola compatible con las restricciones por la Covid-19. Ainhoa Lozano, propietaria de Casa Arcas en Villanova, cree que están totalmente desprotegidos y cree que las restricciones no pueden ser las mismas en las ciudades y los pueblos
Esperan que el Gobierno de Javier Lambán, que esta tarde se reúne de nuevo para abordar la situación del turismo de nieve les escuche de una vez puesto que la situación es insostenible. Benito Ostáriz hostelero del valle de Benasque, ha calificado la situación de muy difícil y por ello ha pedido a todos los ciudadanos que salgan a la calle a participar en las caceroladas.
Tampoco están de acuerdo con las últimas declaraciones del vicepresidente Aliaga en las que afirmaba que el sector sólo había perdido un mes. Le recuerdan los empresarios al vicepresidente aragonés que es precisamente ese mes cuando se produce el 50% de facturación de la temporada invernal.
Insisten en que no solo piden ayudas sino que lo más importante es poder volver a trabajar. Para los empresarios de todos los valles el anuncio del Gobierno autónomo de mantener las estaciones cerradas a pocos días del inicio de la Navidad supuso un gran mazazo.
