EL ENCARTE

En vía muerta

Marbella es el único municipio español de más de 100.000 habitantes que no tiene tren. La frase se sigue repitiendo año tras año. Y ahora ya son 150.000. Empadronados, porque en realidad son casi el doble.

Esta carencia, este inexplicable déficit que arrastra la ciudad, ha vuelto a la primera página de la actualidad porque un ingeniero ha elaborado un proyecto, por su cuenta y riesgo, sobre un trayecto entre Fuengirola y Marbella que iría sobre la A-7 y la Nacional 340. Consultados los expertos en la materia, dicen que lo óptimo sería que hubiera no uno, sino dos.

Alfonso Olaso

Marbella | 23.11.2023 10:37

Tanto el director general de Urbanismo de Marbella, José María Morente, como el fundador de CAI Consultores, Luis Cepedano, coinciden en la mayor: hace falta un tren que llegue a la ciudad; es más: es necesario. Y ya no es cuestión de si hay 150.000, 200.000 o tres millones de personas en el municipio; no es, afinando más, siquiera que haya tren o no; es por lo que la Costa del Sol significa y por los problemas de movilidad en los que se traduce, ha considerado Cepedano, el ingeniero de caminos que llegó a Marbella hace más de 40 años y ya entonces se estaba reclamando el tren.

Otro Luis, en este caso Lluis Sanvicens es un ingeniero catalán afincado en Málaga que ha elaborado un proyecto que llevaría el tren hasta Marbella por un raíl aéreo sobre la carretera, un viaducto de 25 kilómetros que saldría de Fuengirola por un túnel, para luego elevarse pasando por Mijas Costa y volvería a soterrarse para llegar al centro marbellí. Tendría 30 estaciones y habría un tren exprés que uniría sin apenas paradas Málaga con Marbella para llegar de una a la otra en menos de una hora. Total, unos 1.700 millones de euros. Muchos más costaba el proyecto iniciado por el Gobierno central allá por 2007 y que la crisis frenó. Aquél rondaba los 5.000 millones de hace 16 años -ahora serían más- y discurría por debajo del suelo. Pero el dinero no sería problema optando por este caso, ha explicado Cepedano porque para esto están los fondos Next Generation por ejemplo. El problema es político.

Y más fácil todavía sería la opción sugerida por el ingeniero catalán, ha subrayado José María Morente. Es más barato que lo costarían las expropiaciones para llevarlo por la superficie.

Todas parecen ser viables técnica y económicamente. Hace falta, lo primero, determinar qué tipo de ferrocarril hace falta. En el planeamiento actual está contemplada la opción de ese fallido proyecto de 2007; o sea, subterráneo. Lo ideal, ha explicado Morente, es que se hubiera reservado más suelo en los documentos anteriores, antes de que se desarrollase la costa. A Marbella le haría falta un cercanías como el que llega a Fuengirola por un lado, pero también una línea directa del AVE, al estilo de la llamada “y griega vasca”.

De momento, la locomotora de la Costa del Sol sigue sin poder arrastrar vagones. Sigamos recordándolo, han dicho Cepedano y Morente. Al menos, que no se olvide.