NO PARECE TAN DIFÍCIL. Las reivindicaciones repetidas son malas noticias
Un poco más de ocho minutos duró el tradicional discurso que una mujer elegida por el Ayuntamiento ofrece en el significado 8 de marzo. Al grano, conciso y sin demasiado maquillaje literario. Cuanto más claro el mensaje, mejor. También porque el contenido es el mismo de años atrás. No es una crítica. Es un lamento. Porque eso quiere decir que nada o muy poco se ha avanzado en 365 días.
Tomemos todos nota. Pero de verdad. Está muy bien el acto en sí, institucional, si después el mensaje se implementa. En esa línea argumentaba ayer el movimiento feminista, o parte del movimiento feminista de Marbella cuando preguntamos si no había manifestación o concentración en la ciudad. Esto no es sólo cuestión de salir a la calle llegada la fecha, añadía.
Volviendo al discurso, fueron varias esas proclamas repetidas, como decíamos. Nos quedamos con la llamada a la cohesión de los políticos y con la cimentar bien el mensaje con ese hormigón inmejorable que es la educación.