Segunda recuperación de la historia marbellí en una semana. Y ésta sí que es historia, historia, de la antigüedad incluso.
No es que desmerezcamos ni mucho menos a Incosol pero por lo que ya era, de dónde provenía, y por lo que en los últimos años, durante su rehabilitación precisamente se ha conocido, el caso de La Fonda es incluso más significativo.
Porque nos podemos remontar hasta los siglos XI ó XII cuando se estima que pudo haber unos talleres nazaríes. Después, en el XVI, un palacete. Más recientemente y por lo más se le conoce, en los 60 y 70, el hotel inicial, que dio paso, en los 80, al restaurante, que luego se abandonó, en los 90, para volver ahora, otra vez como hotel; singular y especial. También tiene cabida aquí el epígrafe de “Sólo en Marbella” o “La primera vez ha sido en Marbella”.
Y como si el mismo devenir de la ciudad quisiera crear un lazo entre la historia y el turismo, la misma puesta en valor del establecimiento ha desenterrado evidencias hasta de una iglesia de la que se tenía conocimiento por pero de la que no había resto alguno.