¿Cuántas veces han escuchado eso de que “lo que ocurre en Marbella no sucede en algún otro sitio”? ¿Cuántas veces nos hemos referido al epígrafe “Por increíble que parezca” y cuántos puntos tiene ya? Pues sean las que sean, aquí viene una más. Y de las buenas.
¡Ojo!, porque además ésta no es achacable al GIL. Ya pasaban cosas, digamos, extrañas antes.
Verán, la cosa es que la ciudad acaba de recuperar medio millón de metros cuadrados. Hasta aquí, tratándose de Marbella, nada demasiado raro. Pero claro, es que entre las parcelas que suman esa importante extensión están, tomen nota y mejor si lo hacen sentados, la Tenencia de Alcaldía y el consultorio de Nueva Andalucía y, sigan sentados, el lago de Las Tortugas, en tanto que, conviene matizar, es en realidad un embalse.
Y el tiempo que se ha empleado en arreglar este nuevo episodio de la historia reciente marbellí, aumenta si cabe su nivel de surrealismo: 30 años.
Mejor será quedarse pues con el final de la historia.