Casi cada día escuchamos crónicas en los medios que hablan de este conflicto entre Israel y Palestina que se alarga en el tiempo y deja ya más de 50.000 personas muertas. El periodista Mikel Ayestarán, con más de 20 años de experiencia en el tema, lo ha descrito en alguna ocasión como un “cerco medieval”. Él ha sido testigo de primera mano de las condiciones extremas y el sufrimiento al que se enfrentan los habitantes de Gaza. Y acaba de publicar “Historias de Gaza, La vida entre guerras”, un libro con el que quiere ofrecer un relato de un lugar que tiene tres mil años de historia, más allá del enfrentamiento bélico que lo mantiene vivo en los medios de comunicación. El periodista ha explicado que lo que le motivó a escribir el libro es: “Seguir hablando de Gaza, cada vez ocupa menos espacio en nuestros informativos”.
Una guerra que se centra en el control de la Franja de Gaza, una de las áreas más densamente pobladas del mundo. El bloqueo severo al que ha estado sometida por parte de Israel en los últimos años ha limitado el acceso a alimentos, medicinas y otros suministros esenciales para sus habitantes. Un hecho que ha tenido graves consecuencias en su salud, educación y economía, aumentando sus condiciones de pobreza y desesperación. “Yo al menos la palabra paz no la suelo utilizar, sobre todo en el tiempo reciente. Mientras siga habiendo ocupación no se puede hablar de paz”, ha indicado Ayestarán.
Mikel ha estado muchas veces en la zona pero ahora es diferente porque no ha podido acceder a la Franja, al igual que el resto de periodistas, por el veto de Israel a la prensa internacional desde el 7 de octubre de 2023 –cuando lanzó su guerra de castigo contra Gaza en respuesta a los ataques del grupo islamista Hamás contra comunidades israelíes–. “Siento impotencia, es la primera vez que no puedo entrar a un conflicto bélico, que no me dejan entrar. Está claro que no quieren que vean lo que está ocurriendo allí”, ha explicado el periodista.
A lo largo del libro habla de Kayed, amigo tuyo después de haber sido tu intérprete en numerosas ocasiones, para que te cuente cómo está la situación y cómo se vive desde dentro. “Kayed es un intérprete, un facilitador, una persona con la que trabajo sobre el terreno. Esa amistad profesional ha derivado en una amistad real. Desde el 7 de octubre que no podemos entrar a Gaza hemos puesto varias actividades conjuntas”, ha indicado el periodista.