ENTREVISTAS DE POR FIN

¿Quién me sirve un culín?

Podría ser una pregunta que se escuche cada vez más en las sidrerías asturianas. Según los hosteleros de la zona, faltan unos 1.800 escanciadores y además apuestan porque este trabajo sea reconocido dentro del sector como una categoría laboral especializada.

ondacero.es

Madrid | 04.06.2022 14:06

Pedro Caramés es el presidente de la Asociación de hosteleros de Gascona, conocido como el boulevard de la sidra en Oviedo y nos ha contado que muchos detalles sobre esta entrañable profesión.

Y es que forman parte del paisaje asturiano y sin ellos nada sería lo mismo. La mano con la botella de sidra en lo más alto, el vaso abajo, ligeramente terciado y la mirada al frente mientras el líquido choca contra el borde, se oxigena y con ello todo el sabor de la sidra.

Pedro nos comentaba que en los últimos han notado un cambio de actitud en la gente a la hora de buscar trabajo. Ahora se valora más tener tiempo libre y no trabajar ni fin de semana ni festivos. No hay relevo generacional ni gente joven que quiera hacerlo.

Un escanciador, pueden deben atender a unos 10 clientes aprox, no puede hacerse cargo de mucha más gente. El escanciador de sidra no tiene tiempos muertos como en el caso del sumiller de vino. Un escanciador puede atender bien a un grupo de unas diez personas, no puede hacerse cargo de muchos más clientes.

Para servir una botella de sidra tiene que acudir a escanciar seis veces; salen 6 culinos.

Asegura Pedro que en plazo de un mes se puede dominar perfectamente la técnica pero el problema es lo que hace el escanciador. Además de tirar la sidra (que es la parte técnica y se aprende rápido) el escanciador debe adaptarse “al ritmo que toman los clientes”.
“El 90% de los clientes comen bebiendo sidra y, claro, no es lo mismo tomarse un chuletón que un queso de cabrales por el que se te seca la boca y bebes más”.