ENTREVISTA EN POR FIN NO ES LUNES

Julieta Colombo, sobrina de Quino: "Él dibujaba y se olvidaba del mundo"

En Por fin no es lunes hablamos con Julieta Colombo, sobrina del famoso dibujante, Quino, y representante legal de su obra sobre el legado del artista argentino.

ondacero.es

Madrid | 08.04.2023 14:34

El mundo del que venimos viviendo y donde acabaremos, una reflexión del inconfundible dibujante más universal, Joaquín Salvador Lavado 'Quino'. Aunque el artista ya no esté, es posible recordarle gracias a personas como Julieta Colombo, representante legataria de la obra de Quino, su sobrina y la mujer que tiene la última palabra sobre la obra del artista.

Julieta y su tío

"Desde bien pequeña", explica Julieta Colombo el momento en el que empezó a ser testigo de la obra de su tío, Quino, algo que ha supuesto que este deje su obra en las manos de su sobrina. Ante ello, asegura Colombo, "más que confianza, que es lo que él me ha otorgado toda la vida, es una enorme responsabilidad pero la llevo con el conocimiento de los años de trabajo junto a él y puedo ser lo más digna posible de ese lugar que me corresponde en ese momento por los años compartidos con él".

Su sobrina explica además que tenían "un vínculo muy estrecho de afecto" y que se juntaba con un cariño especial hacia la infancia por la "orfandad que él arrastró por la pérdida de sus padres", que eran de Fuengirola (Málaga), y que hizo que "la gente le cobijara de una manera muy particular". "En realidad él ha sido siempre un niño grande, su mujer era la que tenía los pies sobre la tierra", recalca la representante.

Visión de Quino

Cuando se junta los inéditos del artista, se puede ver su visión desde un periodo que abarca desde 1968 a 2009 que nos habla del mundo que tenemos hoy aunque él ya lo dibujaba en aquellos años. De este modo, Julieta Colombo, explica, "nada me parece más atinado para hablar de la obra de Quino que aquella enorme mirada anticipatoria que él tenía para empezar a transmitirnos su preocupación respecto a lo que se estaba por venir" preguntándose "cuál era el lugar que a nosotros como personas nos correspondía en esto de buscar soluciones posibles a lo que se venía" a través del dibujo. Uno de los ejemplos más claros a la hora de obtener una visión sobre el futuro era el cambio climático en un momento donde "nadie hablaba" mientras que para él ya le suponía un problema.

"Quino era una persona que en su vida cotidiana lo único que hacía era hacerse preguntas y yo creo que el ejercicio de preguntarse es el ejercicio más saludable del mundo, luego uno busca respuestas", recalca su sobrina.

Más allá de Mafalda

Según Colombo, el artista es normalmente conocido por su obra de Mafalda pero, aunque esta esta le supuso 10 años, durante 60 se dedicó "a trabajar sobre páginas de humor una vez por semana, años de su vida, con las mismas temáticas que Mafalda pero desarrollados a otro nivel", sin rasgos característicos de un personaje en concreto pero girando sobre los mismos temas como su frustración por algo angustioso y pesimista pero con una "esperanza a las generaciones futuras".

Un dibujante que no sabía dibujar

A raíz de sus dibujos, también es impactante las declaraciones que realizó en un medio español donde aseguraba no saber dibujar, motivo por el cual tenía que pintar en lápiz negro para borrar muchas veces. Esto lo achaca su sobrina a que podría ser por un inexperimentado Quino que todavía era "muy joven" y a su arrepentimiento que tenía al abandonar la escuela de bellas artes "porque luego tuvo que aprender todo solo". Además, explica, le costaba hacer un trazo fácil y que fluyese con facilidad por lo que, hasta que no tenía todo hecho, no lo proyectaba en tinta por lo que "todo le llevaba mucho tiempo".

"Él dibujaba y se olvidaba del mundo" con una rutina en la que "tenía una conducta bastante rigurosa" saliendo al mediodía para comer y luego continuar por la tarde aunque "su mejor hora era la noche pero trataba de no utilizarla para trabajar", comenta Julieta Colombo.