CON ISABEL LOBO

Un atajo... despropinado, apriorístico y perfeccionista

Uno de esos para enfocar lo que creemos haber visto, pero si te he visto no me acurdo.

ondacero.es

Madrid | 05.12.2021 09:52

Un atajo... despropinado, apriorístico y perfeccionista. Uno de esos para enfocar lo que creemos haber visto, pero si te he visto no me acurdo.

P-E-R-C-E-P-C-I-Ó-N. Percepción: acción y efecto de percibir, sensación interior que resulta de una impresión material producida en los sentidos corporales, conocimiento, idea, percepción ¿cuál? ¿La tuya? La tuya, la de esta, que yo, la propia, la propiocepción o la apropiocepción, porque no me digan que no conocen a los que se apropian de la percepción de uno para tergiversarla o imitarla. Los conocen, seguro que sí: son apropiadores de y existen en todos los ámbitos de la vida. La ley de protección perceptiva aun no tiene ni borrador porque estas cosas de las percepciones gozan de máxima libertad sin restricciones, pero será necesario perimetrarme, querido Sabinolotodo, a la autopercepción que hemos tenido de nosotros mismos y cuáles son sus límites. Será que nadie puede enfocar con detalle, percibir con detalle; será que el que percibe solo intuye lo que podría advertir, distinguir quien tiene la sensación o se da cuenta de que se nota cuándo queremos apercibir.

Venga, unas palmas: apercibir, apreciar, enredos genealógicos entre palabras que nos dan la sensación de que lo que vemos nunca es lo que parece; lo que recibimos muchas veces no coincide con la intención del que emite; lo que sentimos a veces está equivocado porque la percepción se ha unido con la decepción. La propiocepción, palabreja inventada por Oliver Sacks, -me daba la pista Sabino- te ha llevado de cráneo esta semana con los acordes. Lógico, es lo que nos mantienen en alerta el cerebro. Existe el sistema propioceptivo que nos permite evitar lesiones; es un sistema a ciegas: saber cuál es la orientación espacial de nuestro cuerpo sin tener que verla. Este conocimiento nos permite saber como estamos, pero no saber en estar. -¡Ojal´!- No todo es en esta vida tan copulativo: ser, estar o parecer, pero si nos dan una pista estos verbos para aceptar la idea del bosque, la percepción del tiempo rodeada de árboles nada tiene que ver con la del atasco en pleno puente.