Por fin no es lunes

Uno de esos de segundas oportunidades para los que les ha dado la tercera por vencida.

Uno de esos para aplaudirse de balcón adentro y volverse a lo vuelto de remate y sin remiendos.

Uno de esos para ponerse enfrente del otro frente, y delante del que va de espaldas, vaya a ser que por ir de frente te lleven la contraria.

Uno de esos para creerse por la patilla que, en un tris tras ni lo ven ni lo verán, los virus vienen como se van con ungüentos del más pa' allá.

Uno de esos que arrima el hombro para el que apoya la cabeza y que mira por encima de él si es que tu soledad es de la mala o la buena.

Uno de esos para hacerse alfabéticamente el incivilizado por aquello de que en verano todo se puede, ya sea en la pospandemia como en el cruce de enfrente.

Uno de esos para mediocres con proyección de futuro y mentes excelentes ninguneadas por la ignorancia.

Uno de esos para hacer de tripas corazón, y de lo del intestino grueso una neurona.

Uno de esos para pesos pesados de las olimpiadas de insistencia, liantería y planificoacción.

Uno de esos para pesos pesados de las olimpiadas de insistencia, liantería y planificoacción.

Uno de esos para rememorar que conmemorar no es celebrar pero celebrar se puede siempre y cuando no hiera la memoria.

Termina el invierno, comienza la primavera. Pasamos de estación y esto qué significa. ¿Cuánto de equilibrio hay en el 'equinoccio'? Reflexionamos sobre ello con nuestro sabio de domingo, Sabino Méndez. Pero antes 'Los Atajos de Lobo' con Isabel Lobo.

Uno de esos para originar en los arcenes de la vida, por el poder que la ha otorgado la casualidad.

Uno de esos para tomar buena nota y lo que se tercie, acompañado no agitado y con una rodaja de buena intención.

Uno de esos para devolver las palabras a su estado original, al edén donde el mordisco nunca fue un pecado y el paraíso la capital.

Uno de esos que se articula y, preambulando, llega hasta nuestra actual disposición final.

Nuestro sabio de sábado, de Por fin no es lunes, Ignacio Varela, nos cuenta porque llegar a los 65 años tiene unas ventajas muy cuestionables Churchill. Antes de ahondar en ello, Isabel Lobo toma uno de sus atajos.

Sabino Méndez, nuestro sabio de guardia del domingo, reflexiona sobre la exageración en Por fin no es lunes. Pero antes, Isabel Lobo nos trae uno de sus atajos.