No son nuestros portavoces los que pretenden asediar el Congreso
Los datos del paro son desastrosos. Y mientras se pone remedio convendría que dejarán de vendernos que la recuperación está cerca. Hay motivos sobrados para la queja, pero desde luego no son nuestros portavoces los que esta tarde pretenden asediar el Congreso y acosar a los diputados. Grupúsculos violentos a los que nadie ha elegido y que dicen que en nuestro nombre quieren derrocar el régimen.