Lo curioso de esta situación es que el candidato, que está pactando con independentistas que ignoran y denostan la Constitución, ha terminado trasladando la responsabilidad de su investidura a la Abogacía.
Pedro Sánchez está consiguiendo hacer entrar en crisis a todas y cada una de las instituciones a las que implica en su obsesión: llegar cueste lo que cueste a la Moncloa.