Los populares, porque la alcaldía de la capital es un puesto que da y quita mayorías y no pueden permitirse que la francamente mejorable gestión del caso Madrid Arena socave la acción de gobierno. Hay que preservar a la alcaldesa cueste las cabezas que cueste.
Los socialistas, llevan casi 24 años sin tocar el sillón municipal y lo que les queda. Porque nada se castiga más que las guerras internas. Y el madrileño Tomás Gómez tiene por costumbre ignorar a su dirección federal haciendo lo que le viene en gana.