ondacero.es
Madrid | 18.04.2012 14:06
Estamos tan poco acostumbrados a que la gente admita sus errores que este gesto no entraba en las apuestas. Pero una vez más ha demostrado que sabe estar a la altura. Porque, por si alguien lo duda, disculparse no es síntoma de debilidad, sino de fortaleza.