Fernando Ónega: "Los 21 puntos de Torra son líneas muy rojas que se salen de la Constitución"

Lo que lo hace peligroso es que cuaje la imagen de mediador, como si se tratase de una negociación de Estado a Estado. Lo que merece denuncia es que hay conversaciones secretas, fruto de las cuales surge esa figura. Lo que resulta deplorable es que se estén cambiando cromos de tanto relieve para los Presupuestos; es decir, para la continuidad del hombre que escribe un "Manual de resistencia".

Y lo grave sería que la base del diálogo sean los 21 puntos que Torra presentó al presidente y el presidente dijo rechazar. Ahí figuran la autodeterminación, la Monarquía o la mediación internacional: líneas muy rojas, cuyo tratamiento no se puede encomendar al jolgorio de una mesa de partidos y mucho menos a unos acuerdos de los que nos enteramos después de alcanzados. Son líneas que se salen de la Constitución.

Con lo cual mi conclusión es que está muy bien la política de desinflamar. Mejor el diálogo que andar a palos. Pero lo grave está en los contenidos. Si hay que hablar del futuro de Cataluña, que se hable en el Parlamento. Y respecto al relator, propongo algo mejor: que las conversaciones se transmitan en directo, como si fuese el juicio del procés.