Barack Obama se despidió ayer de la Presidencia con su última conferencia de prensa. Antoine de Saint-Exupery decía que "la oportunidad perdida es lo único que cuenta" y quizá muchos de sus partidarios tengan hoy en la boca el sabor de la decepción.
Circula en internet una recopilación de frases de Nelson Mandela, uno de los héroes de Obama a cuyo funeral asistió en diciembre de 2013. De ahí he escogido tres frases para describir la presidencia de Obama.
La primera dice “si hay que decepcionar a alguien, cuanto antes mejor”. Es cierto que Obama recibió la impagable ayuda del comité noruego que le adjudicó de manera preventiva el Nobel de la Paz cuando apenas llevaba nueve meses en el cargo, pero también es verdad que muy pronto admitió que no podría cerrar Guantánamo y tampoco pudo reformar las leyes de inmigración. En eso siguió el consejo de Mandela.
La segunda frase dice “no me juzgues por mis éxitos, júzgame por las veces que me caí y volví a levantarme”. Se parece a una frase del gran Joe Frazier, el pesado pesado que boxeó con Muhammad Ali y que decía “es cierto, soy el boxeador que más veces han derribado, pero también el que más veces se levantó”. Obama ha tenido muchos momentos duros, quizá el peor la derrota de Hillary, y ha sido capaz de sobreponerse sin mostrar rencor.
La tercera frase dice que “no hay nada como volver a un lugar que parece no haber cambiado para descubrir en qué cosas has cambiado tú mismo”. Esta es la frase que define su ex presidencia. Obama ha dicho que quiere tener un tiempo de desconexión para estar con su familia y escribir. Ha dicho que quiere procesar la gran experiencia que la ha supuesto la Presidencia. Tendrá que volver a ese lugar que no ha cambiado… para ver cómo su pelo encanecido.
Se discute si Donald Trump debe considerarse parte del legado de Obama. No lo sé, pero es probable que Trump sea hijo de las cosas que no consiguió cambiar. William Shakespeare decía que “no hay legado más valioso que la honradez” y, con todos los fallos de este humano, el primer negro que ha ocupado la Casa Blanca, lo que sí no se puede decir de él es que no nos haya parecido un hombre honrado.