OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "En Podemos ahora los botellines llevan cicuta"

Qué ganas de que llegue ya la primavera. En dos meses y medio la tenemos ya aquí, mandando a paseo el crudo invierno en el que ya nos hemos instalado. Si que hace frío, sí. Hace tanto frío ahí fuera que hasta Pablo Iglesias parece un tipo cálido.

ondacero.es

Madrid |

Dentro de un mes, 2 de febrero, comenzará —tachán tachán— la campaña electoral de las elecciones internas en Podemos. Porque esto de ahora, aunque usted no se lo crea, son sólo los preliminares. Escaramuzas, escarceos. El calentamiento previo, la guerra psicológica, la propaganda contra el rival, el despellejamiento.

Y queda un mes. Hasta el día 2 no se anuncian las candidaturas. Si es que llegan al dos vivos los jefes de filas.

Iglesias y Errejón continúan matándose con exquisita cortesía. Desde que la abuela regañica le envió a Pablo un christmas instándole a hacer el amor y no la guerra (al errejonismo) cada nuevo gesto de este matrimonio a palos es un mimo envenenado, un beso entre colmillos, una caricia con papel de lija.

En Podemos, ahora, los botellines llevan cicuta.

Iglesias con sus dos mosqueteros, Echenique y Monedero.

Errejón con sus dos mosqueteras, Maestre y Sánchez. Más Sergio Pascual, el vice-Iñigo al que purgó Iglesias y que ahora sonríe de nuevo.

"Si cae Iglesias cae Podemos", proclama Monedero con esa habilidad tan suya para hacer pasar por análisis prospectivos los eslóganes. Sin Pablo no hay Podemos. Monedero en su papel de killer contra el niño Errejón. El padre fundador contra el joven cerebrito que se distanció del líder carismático. Si cae Iglesias cae Podemos. La vieja táctica de endosarle a quien cuestiona al líder la culpa de estar haciéndole el trabajo sucio al sistema. Siempre el perverso sistema contra el pobrecito Podemos. Y siempre anunciando Monedero la revolución que después no llega. Cuando escribe el veterano profesor "hemos sido tan ingenuos y tan tontos de ayudar en la tarea de cargarse a Pablo" lo que está diciendo es que Errejón y los suyos deben rendirse so pena de cargar en sus espaldas la responsabilidad de que desaparezca Podemos. Nadie advirtió tanto de la posible desparición de este partido como su propia dirección en estos días en que conviene meter en la cabeza del militante que si Pablo pierde el pulso, gana el sistema. Con Errejón no habrá revolución. Que lo sepas.

Quién dijo que éste era un movimiento horizontal en el que lo de menos era quién lo liderara. El debate aquel que surgió, quién se acuerda, cuándo a las papeletas de las europeas le pusieron la coleta de Iglesias y éste, humilde como es él, dijo que era un sacrificio por la causa, que a él le resultaba incómodo porque personalista nunca fue su proyecto. No ni ná, que diría, en su tierra andaluza, Teresa Rodríguez.

Ponerse a hacer pronósticos sobre por dónde nos llevará el año se ha revelado un pasatiempo fallido. En 2016 acabó pasando casi todo lo que los comentaristas sostenían que no podía pasar.

No sólo porque ganara Trump, o triunfara el Brexit, o sobreviviera Rajoy, o le dieran el premio Nobel de consolación a Juan Manuel Santos después de haber perdido el referéndum. También porque Erdogan y Putin estuvieron primero a tortas y luego medio encamados, pactando el final de la guerra civil en Siria, el mantenimiento de Al Assad y la mano dura contra Estado Islámico y, de propina, contra los kurdos.

2016 tenía que haber sido el año en que se acabara el falso califato. Y, aunque se avanzó bastante en el achicamiento del ultra Al Bagdadi, sus discípulos repartidos por el mundo (y tan ultras como él) golpearon con perseverancia allí donde pudieron.

Erdogan va a encontrar al asesino múltiple que entró a tiros en la discoteca de Estambul esta nochevieja. El presidente todopoderoso que desmontó un golpe de Estado y luego dio él otro no va a dejar que la operación policial termine sin el autor de la matanza detenido (o abatido) a la vista de todos. Sigue en ello la policía turca. Ha difundido imágenes del individuo señalado como terrorista y ha detenido a ocho personas que presuntamente tenían alguna relación con él, aunque no se ha difundido ni la identidad del tipo ni el motivo concreto de las detenciones de los otros.

A veinte días de que asuma la presidencia de los Estados Unidos el inefable Trump que tiene prometido un giro en la forma de combatir a Daesh que conduzca a su aniquilación casi inmediata (casi nada lo que tiene prometido), los fanáticos estos del falso califato se han atribuido la matanza de Estambul pregonando que la Turquía musulmana se ha rendido a las presiones cristianas, ahí te lo dejo y qué más da la excusa que pongas si aquí de lo que se trata es de seguir matando gente en nombre de la pureza religiosa. Y en nombre de dios. Dios que no falte.

El portal Político ha hecho una lista de personalidades que probablemente nos arruinarán el 2017 a los europeos.

Y ahí aparecen:

• El consejero de seguridad de Donald Trump, prototipo del americano arrogante y desagradable. A su lado Trump es un boy scout.

• Los editores de tabloides en el Reino Unido. Por hacer una información histérica y anti Europea.

• Kacynski, el polaco ex primer ministro, que quiere sacar Polonia de la UE.

• Beppe Grillo, cuyo movimiento ha llegado al gobierno municipal en Roma y Turín con pésimo resultado.

• Sarkozy, del que dice que no hay que perderle de vista. ¿Por qué? Porque plantea este posible escenario: gana la presidencia Fillon, decepciona al país y aparece Sarko enarbolando la bandera del euroescepticismo moderado.

• Los responsables de la liga china de fútbol, por haberse propuesto fichar al precio que sea el talento que está en Europa.

• Y…Carles Puigdemont, por querer celebrar un referéndum para el que no está facultado. Presidente, le llama, de la próspera y ensimismada región del noreste de España. Ensimismada. No está mal visto.

El ensimismamiento de la gran familia independentista. Yo, mi, me, conmigo.

La cabalgata de Reyes del jueves que viene en Vic. Que será trasmitida por la televisión autonómica (y gubernamental) TV3 y a la que las organizaciones independentistas animan a llevar símbolos de exaltación del procés.

Farolillos con la estelada que alumbren a los Reyes el camino hacia no se sabe dónde.

Tiene su aquel que le pidan a los Reyes Magos que traigan pronto la república independiente catalana. Fervor monárquico entre los republicanos rupturistas.

Que unos reyes vayan a traer de regalo una república es algo que sólo puede ocurrir en la Cataluña fabulada del independentismo mágico.

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Iglesias con sus dos mosqueteros, Echenique y Monedero.

Errejón con sus dos mosqueteras, Maestre y Sánchez. Más Sergio Pascual, el vice-Iñigo al que purgó Iglesias y que ahora sonríe de nuevo.

"Si cae Iglesias cae Podemos", proclama Monedero con esa habilidad tan suya para hacer pasar por análisis prospectivos los eslóganes. Sin Pablo no hay Podemos. Monedero en su papel de killer contra el niño Errejón. El padre fundador contra el joven cerebrito que se distanció del líder carismático. Si cae Iglesias cae Podemos. La vieja táctica de endosarle a quien cuestiona al líder la culpa de estar haciéndole el trabajo sucio al sistema. Siempre el perverso sistema contra el pobrecito Podemos. Y siempre anunciando Monedero la revolución que después no llega. Cuando escribe el veterano profesor "hemos sido tan ingenuos y tan tontos de ayudar en la tarea de cargarse a Pablo" lo que está diciendo es que Errejón y los suyos deben rendirse so pena de cargar en sus espaldas la responsabilidad de que desaparezca Podemos. Nadie advirtió tanto de la posible desparición de este partido como su propia dirección en estos días en que conviene meter en la cabeza del militante que si Pablo pierde el pulso, gana el sistema. Con Errejón no habrá revolución. Que lo sepas.

Quién dijo que éste era un movimiento horizontal en el que lo de menos era quién lo liderara. El debate aquel que surgió, quién se acuerda, cuándo a las papeletas de las europeas le pusieron la coleta de Iglesias y éste, humilde como es él, dijo que era un sacrificio por la causa, que a él le resultaba incómodo porque personalista nunca fue su proyecto. No ni ná, que diría, en su tierra andaluza, Teresa Rodríguez.

Ponerse a hacer pronósticos sobre por dónde nos llevará el año se ha revelado un pasatiempo fallido. En 2016 acabó pasando casi todo lo que los comentaristas sostenían que no podía pasar.

No sólo porque ganara Trump, o triunfara el Brexit, o sobreviviera Rajoy, o le dieran el premio Nobel de consolación a Juan Manuel Santos después de haber perdido el referéndum. También porque Erdogan y Putin estuvieron primero a tortas y luego medio encamados, pactando el final de la guerra civil en Siria, el mantenimiento de Al Assad y la mano dura contra Estado Islámico y, de propina, contra los kurdos.

2016 tenía que haber sido el año en que se acabara el falso califato. Y, aunque se avanzó bastante en el achicamiento del ultra Al Bagdadi, sus discípulos repartidos por el mundo (y tan ultras como él) golpearon con perseverancia allí donde pudieron.

Erdogan va a encontrar al asesino múltiple que entró a tiros en la discoteca de Estambul esta nochevieja. El presidente todopoderoso que desmontó un golpe de Estado y luego dio él otro no va a dejar que la operación policial termine sin el autor de la matanza detenido (o abatido) a la vista de todos. Sigue en ello la policía turca. Ha difundido imágenes del individuo señalado como terrorista y ha detenido a ocho personas que presuntamente tenían alguna relación con él, aunque no se ha difundido ni la identidad del tipo ni el motivo concreto de las detenciones de los otros.

A veinte días de que asuma la presidencia de los Estados Unidos el inefable Trump que tiene prometido un giro en la forma de combatir a Daesh que conduzca a su aniquilación casi inmediata (casi nada lo que tiene prometido), los fanáticos estos del falso califato se han atribuido la matanza de Estambul pregonando que la Turquía musulmana se ha rendido a las presiones cristianas, ahí te lo dejo y qué más da la excusa que pongas si aquí de lo que se trata es de seguir matando gente en nombre de la pureza religiosa. Y en nombre de dios. Dios que no falte.

El portal Político ha hecho una lista de personalidades que probablemente nos arruinarán el 2017 a los europeos.

Y ahí aparecen:

• El consejero de seguridad de Donald Trump, prototipo del americano arrogante y desagradable. A su lado Trump es un boy scout.

• Los editores de tabloides en el Reino Unido. Por hacer una información histérica y anti Europea.

• Kacynski, el polaco ex primer ministro, que quiere sacar Polonia de la UE.

• Beppe Grillo, cuyo movimiento ha llegado al gobierno municipal en Roma y Turín con pésimo resultado.

• Sarkozy, del que dice que no hay que perderle de vista. ¿Por qué? Porque plantea este posible escenario: gana la presidencia Fillon, decepciona al país y aparece Sarko enarbolando la bandera del euroescepticismo moderado.

• Los responsables de la liga china de fútbol, por haberse propuesto fichar al precio que sea el talento que está en Europa.

• Y…Carles Puigdemont, por querer celebrar un referéndum para el que no está facultado. Presidente, le llama, de la próspera y ensimismada región del noreste de España. Ensimismada. No está mal visto.

El ensimismamiento de la gran familia independentista. Yo, mi, me, conmigo.

La cabalgata de Reyes del jueves que viene en Vic. Que será trasmitida por la televisión autonómica (y gubernamental) TV3 y a la que las organizaciones independentistas animan a llevar símbolos de exaltación del procés.

Farolillos con la estelada que alumbren a los Reyes el camino hacia no se sabe dónde.

Tiene su aquel que le pidan a los Reyes Magos que traigan pronto la república independiente catalana. Fervor monárquico entre los republicanos rupturistas.

Que unos reyes vayan a traer de regalo una república es algo que sólo puede ocurrir en la Cataluña fabulada del independentismo mágico.