OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Ese 'president' del que usted me habla"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la falta de explicaciones del presidente Sánchez al respecto de la ley de amnistía y las exigencias de Puigdemont que influyen a todos términos en la negociación; como es el verificador internacional, la reunión en Suiza, etc.

Carlos Alsina

Madrid | 05.12.2023 08:36

Me dio tiempo a contarles ayer, recién puesto a la venta la segunda autobiografía del autor de ‘Manual de resistencia’ -‘Tierra firme’, se titula este segundo tomo, tan autocomplaciente como el primero-, que en la página 35 explica Sánchez que el 19 de junio, cuando acudió a una entrevista radiofónica (se refiere a esta emisora y este programa) sufría de otitis por una bajada de las defensas. Pero que no eludió el compromiso y compareció en uno de esos programas que ha contribuido a crear una imagen negativa de él. (No polemizaremos ahora sobre cómo contribuye uno mismo, con sus actos, a crear no una imagen, sino una percepción exacta de lo que es. El compromiso, en efecto, lo cumplió y no fue él quien habló -tampoco ahora lo hace- de soflamas mañaneras).

La única respuesta, la crítica a la oposición, marca de la casa

Ayer compareció el presidente donde mi admirada Barceló y no sé si es que sufría otra vez de otitis, pero pareció que le costaba entender las preguntas. Y no será porque las preguntas no fueran claras. Fuera cual fuera la pregunta, la respuesta siempre contenía un ‘hay que ver el PP’. Es más, en ocasiones ésa era la única respuesta, la crítica a la oposición, marca de la casa.

Pregunta: ‘Presidente, ¿el verificador con Esquerra no va a ser el mismo que con Junts? Respuesta: ‘En principio, parece que no va a ser el mismo’.

Pregunta: ‘Presidente, ¿por qué tanto secretismo?’ Respuesta: ‘Son decisiones que se toman por la obligada discreción’.

Pregunta: ‘Presidente, ¿por qué en Suiza?’ Respuesta: ‘Porque hay alguno de los actores vive en Bruselas’. ‘En Bruselas, no en Suiza’.

Sánchez, relator dando cuenta de las decisiones que han tomado otros

Parecía que el relator fuera él dando cuenta de las decisiones que han tomado otros. Y un poco puede que sea eso. Después de todo, que el señor Galindo de sus citas furtivas con Junts no sea el mismo señor Galindo de sus citas con Esquerra es una decisión que ha tomado Junts. Como fue decisión de Junts que hubiera relator y que fuera extranjero.

Alegar, como hace el presidente, que es que uno de los actores vive en Bruselas -se refiere a que si Puigdemont viene a España le detienen y a que es Puigdemont quien ha escogido Suiza, el país favorito de Joaquim Torra- es admitir que no se está negociando con Junts, se está negociando con Puigdemont, personalísimamente.

No se está negociando con Junts, se está negociando con Puigdemont, personalísimamente

Si esto fuera una negociación con Junts la haría Patxi en el Congreso con la señora Nogueras. Pero es con Puigdemont por decisión de Puigdemont. Al que, por cierto, el autor de ‘Tierra firme’ no menciona una sola vez en sus cuatrocientas páginas de autoentrevista.

Sánchez tiene más trabajado su papel de ariete contra la oposición

Como es costumbre, el presidente mostró que tiene más trabajado su papel de ariete contra la oposición (todo el día comparándose con Aznar, con Rajoy, con Feijóo) que el papel de presidente que informa a la sociedad de aquello en lo que anda. Para ser tan trascendental, tan histórico, este hito pacificador llamado amnistía no ha encontrado aún tiempo el presidente para dirigirse al país y explicárselo. Y no será porque no haya encontrado tiempo para hacer mítines, va a uno por semana.

Para ser tan histórico este hito pacificador llamado amnistía no ha encontrado aún tiempo el presidente para dirigirse al país y explicárselo

Si la única respuesta que se te ocurre cuando te preguntan por qué en Suiza y por qué en secreto es la disparatada comparación con los contactos del gobierno de Aznar con ETA es que te lo has preparado poco. O que no tienes un argumento mejor del que echar mano.

Lo que el PSOE ya sabe: la mayoría de la sociedad no quiere esta amnistía

Ayer se mostró el presidente, quizá bajo de defensas, incapaz de dar respuestas convincentes a las preguntas que Barceló le fue haciendo. La encuesta de El País que comentamos aquí, y que refleja lo que el presidente ya sabe (y lo que el PSOE ya sabe: que la mayoría de la sociedad no quiere esta amnistía) la despachó objetando que se pregunta por las motivaciones de la medida y no por sus consecuencias.

Ocurre que no es cierto. La encuesta sí pregunta por las consecuencias, claro que pregunta, y son más los españoles que opinan que tendrá consecuencias negativas sobre la convivencia entre comunidades, el consenso de la Transición, el fortalecimiento de la democracia, el respeto a los valores constitucionales y la vía unilateral que los españoles que opinan que los efectos en todos esos ámbitos serán positivos.

Son más los españoles que opinan que tendrá consecuencias negativas sobre la convivencia entre comunidades, el consenso de la Transición, el fortalecimiento de la democracia

Y lo que no dice la encuesta -debió de estar pensando el presidente en otra- es que el 70% de los catalanes suspire por la amnistía. O lo confundió con este otro dato: el 70% de los votantes nacionalistas la ve como instrumento de convivencia. Ojo con confundir a los votantes nacionalistas con todos los votantes catalanes, el PSC no lo perdonaría. Y con razón. Aunque ande el PSC ninguneado en las Cortes, en el Consejo de Ministros y en Suiza.

Ha hecho más el comisario Reynders por la renovación del CGPJ que los presidentes del Congreso y el Senado

El comisario Didier Reynders, esperanza blanca de la derecha española, volvió a verse las caras ayer con el vicepresidente Bolaños, ingeniero jefe de la amnistía. Contado así, pareciera que libraron un duelo en O.K. Corral. Y nada más lejos de la realidad. Ambos son personas afables que saben de sus discrepancias, pero las llevan con cortesía.

Coincidieron ayer de nuevo en la reunión de ministros de Justicia europeos (ahí estaba Bolaños, muro progresista frente a una mayoría de colegas reaccionarios y cavernícolas) y, a preguntas de la prensa española (y salvadoreña, supongo) insistieron en lo que vienen diciendo ambos.

El comisario, que cuando esté rematada la ley de amnistía la examinará con lupa, entiéndase sobre todo la parte que dice que se amnistía a procesados por terrorismo (que igual por eso a Sánchez le preguntan por Puigdemont y se le va la cabeza a las negociaciones con ETA). Y el ministro Bolaños, que en Europa no hay preocupación por el Estado de Derecho en España -si la hubiera tampoco iba a ser el ministro el que lo dijera- salvo en lo que tiene que ver con el CGPJ.

Ay, el CGPJ. Ha hecho más el comisario Reynders por su renovación que los presidentes del Congreso y el Senado, que es a quienes compete. Fracasado el comisario, que lleva el hombre recitando los mismos salmos desde hace años.

El PP ignorando que el CGPJ amenaza ruina y con el PSOE elevando la no renovación a la categoría de principal escándalo de la España

Dos salmos: uno que dice que hay que renovar ya a los vocales conforme a la ley en vigor; y otro que dice que hay que cambiar después la ley para restar influencia en el nombramiento a los partidos. Cada parte se queda con el salmo que más le gusta. El PP dice que ambas cosas van unidas, renueva si hay compromiso de cambiar luego la ley; el PSOE dice que lo prime-ro es lo primero y a lo segundo, ni caso.

Y así siguen y así van a seguir. Con el PP ignorando que el CGPJ amenaza ruina y con el PSOE elevando la no renovación a la categoría de principal escándalo de la España de 2023, muy por delante, dónde va a parar, de la impunidad de Puigdemont a cambio de la investidura. La impunidad, el tsunami, el relato fake del procés, el lawfare y, de propina, el señor Galindo.