OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "El gatillazo"

Carlos Alsina analiza en su monólogo los resultados de las elecciones generales donde se ha demostrado el gatillazo de Feijóo, que esperaba un resultado mejor que le permitiera gobernar sin Vox, y tras las que Pedro Sánchez podría ser investido con el apoyo de los independentistas, incluido el partido de Puigdemont.

Carlos Alsina

Madrid | 24.07.2023 08:33

Estamos estrenando el 24 de julio de 2023. Que es un día que empezó ayer. A las diez de la noche. Cuando empezó a hacerse evidente el gatillazo de Alberto Núñez Feijóo. El gatillazo de Feijóo y la octava vida del resistente Sánchez. Que pareció que tenía siete, pero aún tenía otra. Y que anoche ya se vio presidente de nuevo, presentándose como líder de un bloque que incluye a todo lo que no es PP y Vox.

El gatillazo de Feijóo y la octava vida del resistente Sánchez

El desquite de Pedro Sánchez. Desquite de quienes ya lo habían enterrado, de quienes andaban repartiéndose ya ministerios y de quienes, dentro de su partido, preparaban la convocatoria de un Congreso Extraordinario.

Aún no es posible afirmar que Sánchez gobernará los próximos cuatro años porque una investidura con tantos socios necesarios pasa por negociaciones múltiples que ya veremos en qué acaban. Y porque entre los socios impepinables ahora está, haciendo compañía a Otegi y a Junqueras, Carlos Prófugo Puigdemont. Pero sí es posible afirmar que quien no tiene números para ser investido es Feijóo. La tradición que él invocó anoche -que nunca haya gobernado quien ha perdido- no es más que eso, falta de precedentes, pero las primeras veces consisten en eso, en que nunca había pasado hasta que pasa, porque la Constitución, claro que sí, lo permite.

Feijóo ganó las elecciones, pero con Abascal no suma

A Feijóo lo que más daño le hizo anoche no es quedarse por debajo de 140 escaños y no tener opciones para ser investido. Fue que su discurso fuera interrumpido por gritos de ‘Ayuso, Ayuso, Ayuso’.

Ciento treinta y seis escaños son una mejoría notable del PP, pero está por debajo de sus expectativas y de la meta que él mismo se había planteado: la mayoría absoluta que él mismo invocó repetidamente al recordar sus cuatro mayorías absolutas de Galicia. En sus mejores sueños estaba la mayoría absoluta. En los menos buenos había 160 escaños para poder decirle a Abascal que él sabría. En la realidad tiene 136 y con Abascal no suma.

A Feijóo lo que más daño le hizo no es quedarse por debajo de 140 escaños, fue que le interrumpieran con gritos de 'Ayuso, Ayuso, Ayuso'

Hacen cábalas en el PP con la posibilidad de que en una negociación puedan convencer a Vox, por una parte, para que saliera de la ecuación y a PNV, Coalición Canaria y UPN para que entren y lograr un gobierno apoyado directamente por 143 diputados e indirectamente por los 33 de Vox pero sin ministros de Vox. Quimeras. Estirar el chicle del anhelo.

Lo que le sucedió al PP fue su alianza con Vox

Hoy a la dirección del PP le corresponde empezar a hacer examen. De lo que sucedió en estos dos meses, entre que Sánchez perdió clamorosamente su plebiscito y Sánchez sobrevivió clamorosamente a su plebiscito. Y lo que sucedió fue Vox. O la alianza del PP con Vox. Que los votantes no penalizaban, eso se decía, hasta que la penalizaron. Sirvió, como poco, para darle un motivo a los votantes de izquierdas defraudados con Sánchez para apuntalarle, a pesar de todo. Llorar por la leche derramada sólo tiene sentido si es para no volver a derramarla.

La gran familia y uno más

Qué noche electoral. Las encuestas no detectaron el buen resultado del PSOE. No detectaron el voto oculto a favor de Pedro. No detectaron el terremoto en Cataluña.

Gana Feijóo, pero no tiene apoyo suficiente para ser investido. Ni siquiera con Vox. Y no gana Sánchez, pero sí tendrá apoyo para ser investido si paga el precio que le pongan sus socios habituales, Esquerra, Bildu, el PNV y uno más, los puigdemones.

Lo dijimos aquí en la tertulia del viernes, cuando aventurábamos pronósticos: puede ocurrir que quien gane no puede celebrar que gobierna y que quien pierde tampoco pueda asegurarse que sigue. Porque dependerá de los socios más uno, que es Puigdemont. Ya que lo del frankenstein incomoda, digamos que son una gran familia. La gran familia y uno más.

Sánchez dependerá de los socios más uno, que es Puigdemont

En una primera vuelta sería necesario el SÍ de Junts. En una segunda vuelta bastaría con la abstención porque los votos de PSOE, Sumar, ERC, Bildu y PNV superan a los de PP y Vox y en su caso los de Coalición Canaria y UPN.

Desde el partido de Waterloo, que es Junts, Miriam Nogueras sacó a relucir anoche la lista de agravios del PSOE. Empezando porque se impidiera aXavier Trías ser alcalde de Barcelona a pesar de ganar las elecciones el 28 de mayo. Y siguiendo con las promesas incumplidas hacia Cataluña. Respeto es lo que reclamó Rufián al tiempo que pedía a su antiguo socio de gobierno revivir el frente independentista.

El precio que pone Puigdemont todavía es una incógnita

Qué precio pone Puigdemont no se sabe todavía. Aunque esta madrugada ya ha publicado un tuit recordando entre otras cosas recuerda que hoy es un día más en el exilio. Y que no hay que dar por hecha ni su apoyo a la investidura ni su abstención porque todo tiene un precio.

En Cataluña hay elecciones en 2024 y el independentismo se la juega ahora que está perdiendo apoyo y posiciones respecto al PSC, que arrolló ayer al obtener 19 diputados para el Congreso. Sacándole doce a la segunda fuerza más votada que fue SUMAR, el partido de Yolanda Díaz que anoche compareció eufórica. La satisfacción de quien peleaba por la tercera plaza nacional y ha obtenido la cuarta. La satisfacción de quien una vez sonó como la primera presidenta del gobierno de España.

La satisfacción de quien peleaba por la tercera plaza nacional y ha obtenido la cuarta

Llama la atención esa satisfacción de quienes han perdido y retrocedido. Porque el PSOE puede presumir de haber mejorado en dos diputados, aun perdiendo las elecciones. Pero Yolanda Díaz se ha dejado siete escaños. Y de no ser porque el PSOE aguantó, no habría habido opción a reeditar el gobierno de coalición. Sumar ha ayudado poco.

La extrema derecha retrocede

De Abascal, ni hablamos. De 52 escaños pierde 19. Pero lejos de encontrar algo que reprocharse a sí mismo se lo reprochó todo a Feijóo.

La extrema derecha retrocede, mucho, ante el avance de la derecha tradicional, que si no ha avanzado más ha sido (posible hipótesis) precisamente por su tonteo con la extrema derecha.

Tu continuidad en manos de un ciudadano pendiente de juicio por haber intentado tumbar la Constitución en Cataluña

Sánchez tiene motivos para celebrar hoy su supervivencia. Pero al cabo de cinco años gobernando su continuidad, habiendo perdido las elecciones, está en manos del prófugo al que él mismo describió como partidario del conflicto, el retroceso y el ruido. Tu continuidad en manos de un ciudadano pendiente de juicio por haber intentado tumbar la Constitución en Cataluña. Tampoco parece que sea el escenario más exitoso del mundo.