Opinión

Monólogo de Alsina: "Una colleja al gobierno sin más consecuencias"

Carlos Alsina analiza la nueva guerra en el gobierno de coalición por la ley de regulación del precio del alquiler y analiza en su monólogo el dictamen del Consejo de Estado sobre la relajación del gobierno en los controles para la asignación de los fondos europeos

Carlos Alsina

Madrid | 02.03.2021 09:25 (Publicado 02.03.2021 09:20)

Quién sabe si la tormenta sobre el dictamen del Consejo de Estado servirá para que los ciudadanos comunes y corrientes descubran qué diablos es el Consejo de Estado. Incluso para que se pregunten por qué los dictámenes que emite no se publican de inmediato para que todos los ciudadanos podamos conocerlos. ¿A qué el secreto? ¿Por qué hemos tardado un mes en saber qué le dijo el Consejo al gobierno sobre los fondos europeos? Aprovechemos hoy para aprender.

Mire: el Consejo de Estado es el supremo órgano consultivo del gobierno. ¿Y eso qué significa? Pues que son un grupo de personas, mayormente veteranas, que por la experiencia que acumulan y por los cargos que han desempeñado se entiende que son las mejor preparadas para ofrecer al gobierno de turno un criterio sólido sobre los proyectos que prepara. No sobre su orientación ideológica, sino sobre sus bondades y defectos técnicos. Qué carencias tiene una regulación, por ejemplo, o qué problemas puede generar una ley nueva. ¿Quiénes son estas personas tan sabias que integran el Consejo? Pues muchas y muy diversas. Ahora mismo lo preside María Teresa Fernández de Vega, que fue vicepresidenta del gobierno, ¿se acuerda? Y forman parte desde un ex presidente del Constitucional, Piñero, a un diplomático como Alberto Aza, pasando por ex ministros como Javier Ledesma o padres de la Constitución como Herrero y Rodríguez de Miñón.

Ésta es la idea: el consejo de sabios que estudia el texto que le envía el gobierno y responde subrayando virtudes o fallos. El caso que nos ocupa son los fondos europeos. Es decir, el surtidor de dinero que la Unión Europea pone a disposición de los gobiernos nacionales para financiar proyectos que sirvan a la recuperación económica. O traducido, que el gobierno de Sánchez abre la manguera y le enchufa dinero a las empresas y proyectos que considere o más necesitados o más interesantes para salir del bache en el que estamos. Qué controles hay para que la elección sea justa y no se incurra en arbitrariedad o en amiguismo es la clave del debate que está abierto. Y que el gobierno creyó dar por cerrado cuando el Parlamento, con la abstención salvavidas de Vox, le convalidó el decreto.

El dinero público tiene que estar fiscalizado. No pueden relajarse tanto los controles que el gobierno pueda actuar arbitrariamente

Un mes después se ha conocido, al fin, lo que decía el dictamen del Comité de Sabios. Y lo que le dijo al gobierno es que entiende que la crisis justifica que se flexibilicen los trámites para acceder al dinero, argumento principal del gobierno, agilizar, pero que eso no justifica que se relaje el control en la asignación del dinero. No ve que el gobierno haya motivado suficientemente la reducción o incluso eliminación de esos controles. Y advierte que los contratos públicos, como los convenios y las subvenciones, son materias sensibles. No lo dice el Consejo pero es fácil saber lo que está apuntando. El dinero europeo es dinero público. El reparto de dinero público tiene que estar fiscalizado. No pueden relajarse tanto los controles que el gobierno pueda actuar arbitrariamente, es decir, entregarle el dinero a quien le dé la gana. No sólo por el riesgo de que incurra en favoritismos, o amiguismos, inaceptables, sino porque se nos pueden colapsar los juzgados los próximos años de empresas y particulares denunciando discriminación injustificada. Es un correctivo severo el que los sabios dan a los redactores de la Moncloa. Poco usual este tono duro en los dictámenes del Consejo.

Y ahora que ya se conoce lo que dice el dictamen, tiene interés recordar cómo fue la sesión de control al gobierno de hace un mes. Cuando Casado sorprendió al respetable con una pregunta inesperada.

Sesión de control en el Congreso

El señor Casado le pregunta al presidente Sánchez por qué ha arrancado el informe del Consejo de Estado del documento que ha enviado al Congreso, ‘arrancar’ es un verbo sonoro que invita a imaginar a un Sánchez iracundo deshaciéndose de los folios que le desagradan (en rigor, nadie arrancó nada, ni parece que al gobierno le haya irritado la posición de los sabios), y el presidente, que no responde a la pregunta, replica que es el PP el que desinforma sobre el control de los fondos. Porque en los demás países, como en éste, no hay autoridad independiente que gestione el dinero sino órganos consultivos del gobierno que asesoran. ¡Como en España!, dice Sánchez. Pero ocurre que el máximo órgano consultivo es justo ése cuyo dictamen has evitado presentar al Parlamento.

¡Sánchez e Iglesias! La cumbre hispano morada. La cumbre de los insomnes

Hay Consejo de Ministros esta mañana en la Moncloa. O sea, que es hoy cuando se ven Iglesias y Sánchez. De hecho, se ven todos los martes. Con el resto de los ministros. Aunque se esté anunciando para esta semana una reunión entre los dos compadres como si fuera una cumbre bilateral. ¡Sánchez e Iglesias! La cumbre hispano morada. La cumbre de los insomnes.

Se van a juntar a ver si entre los dos ponen orden en el gallinero del gobierno. Pues que empiecen hoy mismo. Uno es el gallo presidente y el otro, el vicegallo segundo. Motivos tienen, viendo la mala salud de hierro que tiene el matrimonio de conveniencia que nos gobierna.

Regulación del precio del alquiler

Ayer a la vicepresidenta económica, señora Calviño, le preguntaron en Televisión Española por el último incendio que se ha declarado en el gallinero, que es lo de poner tope a los alquileres, y dijo algo que ha irritado a los morados. Esto de que lo fácil es simplificar las cuestiones complejas. Cuidadooo, vicepresidenta, que si dice usted durante décadas está metiendo en la crítica al gobierno socialista de Zapatero. Gobernó hasta final de 2011, no se olvide.

La ministra Calviño dijo esto sobre los alquileres y reaccionó de inmediato Ione Belarra, secretaria de Estado para la gresca tuitera cuya labor más conocida es criticar en twitter a los ministros que cuestionan los empeños de Podemos

La ministra Calviño dijo esto sobre los alquileres y reaccionó de inmediato Ione Belarra, secretaria de Estado para la gresca tuitera cuya labor más conocida es criticar en twitter a los ministros que cuestionan los empeños de Podemos. Tuiteó la secretaria de Estado: ‘Sabemos que a Calviño no le gusta la regulación, pero está en el acuerdo de coalición’. Y añadió esta tarea que le pone la señora Belarra a Sanchez: "El presidente debe hacérselo entender a los ministros de su partido".

El gallinero de coalición no deja de ofrecer páginas entrañables. Una secretaria de Estado diciéndole al presidente del gobierno lo que tiene que hacer. Y olvidando que hay ministros que, aunque pueda parecerle increíble, no militan en ningún partido. Por ejemplo, Calviño.