De todas las cosas que ha hecho el rey emérito, y anda que no ha hecho cosas, demandar a Miguel Ángel Revilla es sin duda de las más desconcertantes. ¿Por qué habrá el rey Juan Carlos I demandado por derecho al honor al expresidente cántabro? Es un mensaje a tertulianos, a políticos o simplemente su venganza contra el pueblo español, al que considera ingrato, condenándonos a más horas y horas de Revilla protagonista en antena.
Es la primera vez en la historia que el monarca demanda a una persona, eso sí "a título personal". El rey Felipe y la Casa Real están al margen de esta denuncia. De momento, solo sabemos que es por supuestas “expresiones calumniosas e injuriosas” pero no por cuáles exactamente. Encima ahora hay que volverlas a escuchar todas.
¿Pero qué es lo que ha dicho Revilla para ser el único al que el rey Juan Carlos ha querido denunciar? Anda que no se han dicho cosas del emérito estos años. Y anda que no dice cosas Miguel Ángel Revilla. ¿Fue por llamarle evasor fiscal? ¿Corrupto? ¿O por decir que se ha ido a los países árabes a gastarse el dinero que le dan los jeques?
La Fiscalía vio en el rey Juan Carlos indicios de presuntos delitos fiscales, blanqueo de capitales y cohecho, pero unos habían prescrito y otros no podrían juzgarse por su inviolabilidad. Denunciar a Revilla reabre esas sospechas que los tribunales españoles no han podido juzgar. ¿Qué interés tiene en ello Juan Carlos I? La Casa Real, desde luego, ninguno. Ir contra Revilla garantiza además máxima audiencia. Porque en audiencias Revilla es el rey.
Por eso denunciarle es tan desconcertante. Y tan egoísta. Porque Juan Carlos no solo se escapa de la jurisdicción de la Agencia Tributaria, también de las teles españolas. Qué fácil desde Abu Dabi tirar la piedra y esconder el mando. Ahora los que nos tenemos que encontrar a Revilla cada vez que ponemos la tele somos los españoles. Y encima hace cada vez más tentador ponerse de su parte.
¿Moraleja?
Lo que le faltaba a su legado, hacer de Revilla un mártir en el juzgado