José Ramón de la Morena: "Podemos llorar o hacernos donantes de médula y susurrar al aire: Pablo Ráez"
No habrá momento más emotivo en esta jornada de Liga que comenzó anoche, y probablemente no lo habrá en esta Liga, como el vivido ayer en Málaga. Ese minuto de silencio que se guardó en La Rosaleda en homenaje a Pablo Ráez,fallecido por una leucemia, pero que nos ha dejado un legado de generosidad y esperanza. Al tiempo que el estadio enmudecía, algunos espectadores repetían el gesto con el que Pablo respondía a la adversidad: enseñar los bíceps era decirle a la enfermedad que lucharía hasta el final y hasta el final luchó. Anoche, conversamos en El Transistor con su padre, Paco.
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Su misión es la misma que tuvo su hijo en vida: concienciar a la sociedad de la importancia de la donación de médula. Se trata, en el fondo, de hacer del mundo un lugar mejor y más solidario. Pablo lo consiguió a través de una actividad en redes sociales que sumó más donaciones que cualquier campaña institucional.
Cuando el pasado mes de noviembre entregamos los Premios al Altruismo, Pablo no pudo recoger el suyo porque hacía poco de su segundo trasplante. Su cuerpo no respondió, pero sus ideales siguen vivos. Nos lo demuestra el homenaje de La Rosaleda, el reconocimiento que le ha dedicado Marbella, su ciudad, y la conmoción general en toda España. Llorar es una opción; la otra, es hacerse donante de médula y susurrar al aire Pablo…Pablo Raez.