ENTREVISTA CON CARLOS ALSINA

Máximo Huerta: "La curiosidad es la única forma que tenemos de mantener vivo al niño que fuimos"

En 'Más de uno' charlamos con el periodista y escritor Máximo Huerta sobre su nueva novela, 'Adiós, pequeño' -ganadora del Premio Novela Fernando Lara- y sobre la infancia, el silencio y su relación con sus padres.

ondacero.es

Madrid | 22.06.2022 14:31 (Publicado 22.06.2022 14:28)

Leer la última novela de Máximo Huerta, 'Adiós pequeño', es como realizar trabajos arqueológicos, excavar en su propia vida. Él mismo reconoce que esa arqueología ha sido "muy necesaria" para conocer bien la historia de su familia y, por tanto, la suya.

Arqueología de su propia vida

La primera frase del libro es demoledora: "Mi madre habría sido más feliz si yo no hubiera nacido". Eso, matiza Máximo, "no quiere decir que no me haya querido". Sin embargo, sí reflexiona sobre cómo habrían sido nuestros padres y madres "sin esa España que juzgaba y obligaba con un solo baile a tener que casarse y seguir adelante".

En el libro realiza una arqueología de sus padres; les "limpia" e "imaginarlos no como padre y madre, sino como hombre y mujer". De esta forma, ha podido descubrir "cómo eran antes de que les atropellase el matrimonio", antes de que el hogar se convirtiera en prisión.

Mi madre es una más de las mujeres de España que han aguantado en ese silencio para intentar ser felices

El silencio también es un elemento clave en su novela. "Mi madre es una más de las mujeres de España que han aguantado en ese silencio para intentar ser felices que no han querido decir más que lo que tocaba", cuenta el periodista y escritor en 'Más de uno'.

Quitarse capas para llegar al niño que era

La infancia determina por completo el adulto que somos. En el libro, el lector es cómplice de cómo el escritor va quitándose las capas que ha ido acumulando a lo largo de su vida, hasta llegar a su esencia, al niño que era.

Máximo Huerta admite que antes de escribir este libro se vio reflejado en la infancia de los libros y cuentos de Ana María Matute. "Verte en un libro es una putada, pero también es una satisfacción saber que no estás solo", confiesa.

El libro, en definitiva, es la despedida del autor a esas capas y el reencuentro con ese niño que fue. "Intento entrenar la curiosidad, la sorpresa, como si fuera una clase de ejercicio", sostiene Máximo mientras admite que ésa es "la única manera que tenemos de mantener al niño vivo".

Vídeo de la entrevista