El secretario de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo, explica en Más de uno que el Papa Francisco concede a todos los sacerdotes la facultad de absolver el pecado del aborto para que "la gente pueda acudir sin trabas a aliviar y quitarse ese peso de encima". Declara que no solo se trata para las mujeres que han interrumpido voluntariamente el embarazo, sino para todos aquellos que lo han hecho posible de alguna manera.
Además, cuenta que la Iglesia sigue la "opción de la misericordia y el amor", y dice que entiende el perdón porque "está compuesta por pecadores".