Madrid |
No quiere que los grandes ‘híper’ y las cadenas de supermercados utilicen los artículos del campo como elementos de reclamo. Los agricultores denuncian que a veces los distribuidores venden a pérdidas sus productos para atraer clientela y que ellos son los que pagan el pato con ventas por debajo de coste. Precios ruinosos en el campo que recortan rentas. En esto de los alimentos siempre ha habido tensión, desde los tiempos bíblicos. Y claro, Luis Planas no tiene la fórmula del maná para incrementar ingresos y tampoco tiene la capacidad de multiplicar panes ni peces. Así que multiplica informes, estudios, análisis, y sobro todo, multiplica mesas de negociación. En Agricultura va a haber tantas mesas que va a parecer Ikea. Todo sea para frenar los tractores y que no se multipliquen por el centro de las ciudades.
Este miércoles, Planas los tendrá bajo su ventana del Ministerio, en la madrileña glorieta de Carlos V. En el Gobierno sorprende el silencio abrumador de los ministros de Unidas Podemos en este y otros asuntos. El Psoe es el gran perdedor del tándem con estas protestas agrarias. Los socialistas sí que tienen voto rural. Podemos es más bien urbano, de tierra en la maceta. También sorprende que cuando al vicepresidente Pablo Iglesias se le pregunta por los malos datos de empleo, contesta hablando de ultraderecha. A lo mejor es que le falta mano izquierda. El caso es no hay suficientes evasivas ni tinta de calamar para ocultar las pésimas cifras del paro en enero: 244.000 ocupados menos, lo que supone destruir más de la mitad del empleo creado en todo el pasado año. Por primera vez, desde que comenzó la recuperación, el ritmo de generación de trabajo cae por debajo del 2%. La desaceleración llega con claridad al mercado laboral. Y lo que parece que también llegan son los presupuestos, al menos los primeros pasos, con la convocatoria para el viernes de las Comunidades Autónomas. Aquí también Hacienda suspira por multiplicar panes y peces.