La pandemia de covid-19 no nos permite viajar y nos recomiendan quedarnos en casa. Por ello, entrevistamos a Raúl Martín, doctor en Geografía y especialista en paisajes fríos, para conocer los mejores consejos si queremos viajar a países con temperaturas muy bajas como Groenlandia o el corazón de Mongolia. El primer buen truco es llevar mucha ropa, aunque la clave se encuentra en utilizar muchas capas de ropa que ir poniendo y quitando en función del clima.
Otro de los consejos principales es comer mucho porque "la mayor parte del aporte calórico se va a regular la temperatura corporal" y esto puede servir para no perder mucha energía. Cuando los británicos llegaron a Groenlandia, se horrorizaron cuando vieron a sus habitantes comerse a los animales de la zona crudos, pero lo hacían para compensar la falta de vitaminas al allí no haber frutas ni verduras.
Consejos de los habitantes de Groenlandia
Con la llegada del frío, debemos abrigarnos sobre todo la cabeza, algo que en España no se estila mucho: "En estos países del norte, cuando empieza a hacer frío, se tapan enseguida la cabeza, aquí esto no sucede".
El 80% de Groenlandia es hielo, a pesar que su nombre signifique 'territorio verde'. Esto lo hicieron los vikingos para que fueran más colonos y, aun así, Islandia tiene más vegetación y se llama 'territorio de hielo'. Además, los icebergs no son transparentes, sino azules: "Se forman en zonas profundas del glaciar, donde hay mucha presión. Esto hace que no haya aire y tengan estos colores".
El hielo podemos detectarlo con la cara, es decir, a -15º, el vapor que exhalamos se congela y se forman pequeños cristales de hielo en la nariz. Aun así, también se forma en las pestañas y Martín es claro: "Hay que dejar las manos un rato hasta que se descongele, no estirar porque arrancas las cejas".
El caso particular de Mongolia
El especialista en paisajes fríos también nos habla de Mongolia, donde la mayor parte de su población es nómada. Allí, las temperaturas son tan bajas porque se encuentra en el centro del continente: "Es como ocurre con el interior de España pero mucho más exagerado".
Sin embargo, entre invierno y verano hay diferencias de temperatura de más de 90 grados, ya que en verano, el centro del país puede alcanzar los 40 grados.
