La comida es una de las partes más importantes de las bodas. Los banquetes suelen ser abundantes: el aperitivo, la comida y el pastel para finalizar. Luego siguen los cafés y los puros con el orujo o el pacharán. ¿Alguna vez os ha sentado mal la comida? ¿Ha fallado el catering? ¿ Os habéis quedado sin comida en vuestro enlace? Estas y muchas más anécdotas en los banquetes de los fósforos.
Gabriel: Yo me he dedicado esto 12 años a las bodas y he visto de todo. Desde menús súper elaborados a patatas a lo pobre. Los langostinos siguen muy de moda en las bodas. Siempre comemos de los menús, porque siempre hay que hacer comida de más, y lo normal es que sobre, por lo que comemos bien.
José Antonio: Nosotros fuimos a la boda d un familiar, una parafernalia, un montón de gente, cada mesa con su camarero. Cuando nos sentamos viene el padre del novio y pregunta ¿Habéis traído bocatas? Cuando empezamos a comer, parecía que daban de comer a las gallinas, con cuentagotas. El solomillo, súper pequeño, venía con dos patatas que parecían canicas. Mi padre, que no como carne, pidió pescado, una merluza, que yo creo que aún se la están buscando porque ahí no había nada. Cuando nos volvimos en autobús, nos llevó a Madrid, compramos tortilla de patata embutido, un hambre que teníamos”.
Jaime: Yo me cambié de boda. No me gustaba el menú, y al lado había otra, y me metí , nos pusimos a comer, y al final nos pillaron, pero no pasaba nada, me disculpé y al final reconocí que me había cambiado de salón por el menú. A día de hoy sigo siendo amigo de los dos novios, de los que conocía y de los que no.
