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Un hombre falta al trabajo para que le despidan y cobrar el paro pero la Justicia le devuelve la jugada

La sentencia considera que la actitud del trabajador demostraba una clara intención que no era compatible con sus demandas.

ondacero.es

Madrid |

Un hombre falta al trabajo para que le despidan y cobrar el paro pero la Justicia le devuelve la jugada
Un hombre falta al trabajo para que le despidan y cobrar el paro pero la Justicia le devuelve la jugada | Europa Press

Un hombre ingenió un plan para poder percibir la prestación del paro sin acudir a su puesto de trabajo, sin embargo, la jugada le ha salido mal. Par ello, intentó forzar su despido faltando a su puesto para cobrar el paro, pero el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha fallado en su contra. El empleado de la conocida empresa de decoración Maisons du Monde España, no acudió puesto durante varios días sin justificación alguna, con la intención de ser despedido y poder acceder a la prestación por desempleo. Sin embargo, la Justicia le dio un giro inesperado a su estrategia.

Ausente, sin intención de volver

Los hechos se remontan a octubre de 2022, cuando esta persona, que trabajaba como cajero a tiempo parcial en una de las tiendas de la cadena, dejó de presentarse al trabajo sin previo aviso. Según la sentencia, el último día que acudió fue el 22 de octubre, pero a partir de esa fecha no volvió a pisar la tienda. Tras tres días de ausencia, la directora del establecimiento informó al departamento de recursos humanos que el empleado "no tenía intención de volver a su puesto de trabajo", tal y como se recoge en correos electrónicos que fueron presentados como prueba en el juicio.

El cajero dejó claro a sus superiores que no deseaba renunciar de manera voluntaria, sino que buscaba ser despedido. En una conversación con la directora de la tienda, le manifestó abiertamente que su intención era poder cobrar el paro y que quería que le tramitaran el despido. Sin embargo, la empresa se negó a acceder a su solicitud y optó por considerarlo una baja voluntaria debido a su ausencia no justificada, procediendo a darlo de baja en la Seguridad Social con efecto retroactivo desde el 22 de octubre.

El trabajador, lejos de aceptar la situación, decidió demandar a la empresa alegando que había sido despedido de forma improcedente. En primera instancia, el Juzgado de lo Social nº 2 de Terrassa falló en su contra, y solo le reconoció una cantidad de 718,41 euros por la prorrata de pagas extraordinarias que no había recibido. Sin estar conforme, el trabajador decidió apelar la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, esperando revertir el resultado.

Una dimisión tácita

Sin embargo, el TSJC también desestimó su recurso, confirmando la resolución previa y dejando claro que la empresa actuó conforme a derecho. En su fallo, el Tribunal explica que las ausencias no justificadas del trabajador, unidas a su manifiesta intención de no volver al puesto y de querer provocar un despido disciplinario, revelaban una clara voluntad de romper la relación laboral. Aunque él alegó que no había recibido la comunicación oficial de la empresa (un burofax que le fue enviado requiriendo justificación de su ausencia), el Tribunal considera que su conducta demostraba una dimisión tácita.

El TSJC concluyó que la empresa no estaba obligada a despedir al trabajador para que pudiera cobrar el paro, subrayando que lo que este intentaba era un claro fraude de ley. Además, recuerda que las ausencias injustificadas reiteradas son motivo suficiente para considerar que un empleado ha abandonado su puesto de trabajo de forma voluntaria, sin que sea necesario un despido formal para ello.

Este caso pone sobre la mesa la importancia de actuar de buena fe en las relaciones laborales, ya que los planes enrevesados no siempre tienen el final esperado. La sentencia, por tanto, sienta jurisprudencia para quienes intenten utilizar tácticas similares para forzar su despido.

El fallo es definitivo, aunque aún podría intentar recurrir ante el Tribunal Supremo, lo que complicaría aún más su situación. Mientras tanto, ha quedado claro que faltar al trabajo para provocar un despido no es una estrategia que garantice el éxito, al menos en este caso.