España está sufriendo la sequía más severa de la Unión Europea, tal y como advirtió la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico a inicios de este verano, marcado por las altas temperaturas y las sucesivas olas de calor que están afrontando las diferentes provincias de nuestro país. Recién iniciado agosto, la situación no parece mejorar: los embalses españoles se encuentran a un 42,16 % de su capacidad. Aunque esta cantidad supera en cerca de dos puntos porcentuales la cantidad de agua embalsada esta semana el año pasado (40,55%), hace diez años los embalses españoles se encontraban a más del 50% de su capacidad: 58,49 %.
Este descenso en el agua embalsada no afecta por igual a las 16 cuencas hidrográficas de nuestro país: si las del Cantábrico superan un porcentaje del 80%, los pantanos de la cuenca del Guadalquivir (21,1%) y del Guadalete-Barbate (19,4%) apenas rozan el 20% de su capacidad.
La ausencia de lluvias y la situación en algunos embalses ha provocado que, en determinadas zonas de nuestro país, se hayan impulsado medidas para paliar los efectos de esta sequía: Andalucía y Cataluña son las Comunidades Autónomas más afectadas por la sequía, y las que más restricciones han impuesto.
La situación de las cuencas interiores de Cataluña
La Agencia Catalana del Agua declaró ayer el escenario de emergencia por sequía en 24 localidades de la provincia de Girona, después de 30 meses de sequía consecutivos en las cuencas interiores de Cataluña. 22 de estos municipios en estado de emergencia dependen del acuífero de Fluviá-Muga -en mínimos históricos- , y otros dos beben del pantano de Riudencanyes, que se encuentra a un 6% de su capacidad.
El ACA, que no puede tomar decisiones sobre localidades dependientes de la Confederación Hidrológica del Ebro, ha recomendado también a los municipios abastecidos por el embalse de Siruana que adopten las mismas medidas ya adoptadas en la veintena de poblaciones.
La Agencia Catalana del Agua, en este escenario, establece una limitación de 200 litros por habitante y día, que no afecta directamente al consumo directo por parte de los ciudadanos, sino al uso de agua que ejercen de los servicios municipales, que no podrán exceder esta cantidad, por ejemplo, reduciendo la presión del suministro en las dependencias municipales .
Los municipios afectados por las restricciones son: Agullana, Armentera, Capmany, Espolla, Garriguella, La Jonquera, Masarac, Mollet de Peralada, Palau-saverdera, Pau, Pedret i Marzà, Peralada, San Climent Sescebes, Sant Miquel de Fluviá, Sant Mori, Sant Pere Pescador, Torrella de Fluvià, Ventalló, Vilabertran ,Viladamat, Vilajuïga y Vilmacolum.
Sin embargo, sí que se prohíbe el riego de jardines públicos y privados, así como el llenado de fuentes ornamentales, piscinas de agua dulce o lagos artificiales, así como la limpieza de vehículos fuera negocios dedicados a esta tarea. A los agricultores también les afecta esta medida, puesto que el riego agrícola - salvo contadas excepciones- queda suprimido.
"Restricciones dolorosas" en Andalucía
La situación en la provincia andaluza de Córdoba también es complicada, pues el norte de la región no cuenta con suministro regular desde hace 5 meses: los Ayuntamientos han reducido el consumo de agua al máximo - han eliminado duchas y lavapiés de muchas playas -, y la prohibición de llenar piscinas y lavar vehículos también está vigente. En el municipio de Lucena se han llegado a establecer cortes en el suministro durante las noches, al igual que sucede en 4 municipios malagueños de la Axarquía: Vélez-Málaga, El Borge, Almáchar e Iznate.
La provincia de Málaga se ha visto especialmente afectada por esta sequía - el embalse de la Viñuela, por ejemplo, no llega al 10% de su capacidad-, provocando que localidades tan turísticas como Torremolinos, en la Costa del Sol, sufran restricciones en el uso del agua. Los bañistas que se dispongan a disfrutar de las fantásticas playas de la costa de Cádiz deben saber que en municipios como Chipiona, San Roque o Zahara de los Atunes las duchas y lavapiés de las playas no están en funcionamiento, pues
su inhabilitación puede suponer un ahorro de hasta 120.000 litros de agua al día.
El presidente Juanma Moreno ya ha hablado de la posibilidad de impulsar, en los municipios más afectados por la sequía, "restricciones dolorosas" como la que viven los habitantes de 15 poblaciones de la sierra de Huelva que, en ocasiones, ven restringido su consumo doméstico.
Restricciones en Extremadura y Baleares
Las autoridades extremeñas también están alerta, ya que se ha alcanzado la Fase III del Plan de Emergencia por Sequía: en esta comunidad, la limitación para la administración es de 189 litros por persona, y se prohíbe el riego de zonas verdes. A nivel individual, se prohíbe el llenado de piscinas y el lavado privado de vehículos.
En Baleares, el municipio de Deia ha suspendido el suministro a grandes consumidores, mientras que el bajo nivel de agua del Mar de Aragón, tal y como informa Aragón Noticias, está afectando al turismo y a los negocios de la zona.
Los más afectados: los agricultores
Pese a que la situación de sequía no ha supuesto, por el momento, grandes restricciones en el consumo doméstico, sí que está afectando enormemente a los agricultores: en la zona de Navarra, en Tudela, los agricultores se están viendo forzados a compartir el agua para el regadío.
En la Comunidad Valencia no se preven grandes restricciones, gracias a las reservas hidrológicas de la región, pero la Asociación Valenciana de Agricultores, que ha afrontado la pérdida de grandes cosechas, ya ha reclamado más ayudas para enfrentar las pérdidas y una mayor cobertura por parte de los seguros agrarios.
En Castilla-La Mancha, 90.000 agricultores ya solicitaron las ayudas correspondientes al "Plan Sequía", mientras que en Castilla y León el gobierno autonómico ha invertido 145 millones para apoyar a los trabajadores del campo. A nivel estatal, el Gobierno ha movilizado 712 millones de euros en ayudas para apoyar al sector, a través del Fondo Español de Garantía Agraria.