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Siete días después del incendio de Navalacruz los vecinos intentan resurgir de las cenizas

El incendio de Navalacruz que ha arrasado más de 20.000 hectáreas ha podido estabilizarse, sin embargo, ha tenido consecuencias en la ganadería y el medio ambiente totalmente catastróficas.

ondacero.es | David Pérez Tichell

Ávila | Madrid | 21.08.2021 15:11

Podemos respirar tranquilos. Después de una semana de la rápida propagación del incendio forestal entre los municipios de Navalacruz y Cepeda de la Mora (Ávila), los servicios de emergencia han conseguido estabilizarlo y controlarlo. Sin embargo, no siempre después de la tormenta llega la calma, ya que las llamas han arrasado con una gran parte de hectáreas y esto implica consecuencias pésimas para la vida cotidiana de los vecinos de las alrededores.

Los ganaderos, desesperados ante la falta de comida para sus animales

La destrucción de más de 20.000 hectáreas, afortunadamente, no ha supuesto grandes pérdidas entre la ganadería abulense, no obstante, sí se han quemado toneladas de forraje y alimentos para los animales para los próximos meses. Un empresario de este sector, Raúl Sánchez, explica a Onda Cero con la voz entrecortada: "Las llamas han devorado 1.500 alpacas, que tenía que durarme dos años. Además, tengo mis fincas quemadas. Lo he perdido todo".

Durante los días más duros del incendio, era crucial trasladar a los animales a lugares seguros para evitar accidentes más graves y la solidaridad entre vecinos se hizo eco. Muchos compartieron en sus redes sociales que disponían de espacio para poder resguardarlos temporalmente. No obstante, muchos animales siguen perdidos porque el incendio los asustó y salieron corriendo.

Las redes se vuelcan con los ganaderos necesitados

De la misma manera, estas redes de solidaridad se emplearon para conseguir alimentos. Los ganaderos afectados, no solo perdieron el heno de reserva, sino que todos sus campos acabaron consumidos por las llamas. Por ello, compartieron en Twitter o Facebook mensajes solicitando ayuda. Borja, uno de los vecinos, asegura que donó varios paquetes de paja "entre sus amigos y empresarios perjudicados".

La Diputación de Ávila ha habilitado un servicio especial para recoger estas solicitudes y ofrecimientos de ayuda, que están llegando tanto de esta provincia como de otras. "Ves las imágenes y solo piensas en ayudar como sea posible. Para mí, fue cediendo paja y terrenos con pastos y agua de forma temporal por si hay ganaderos que lo necesitan", confiesa Alfonso, agricultor de Sanchidrián.

No obstante, son los Ayuntamientos los que se encargan del reparto de las ayudas. El alcalde de La Hija de Dios, Miguel Monleón, afirma que hay que pensar "a largo plazo", ya que durante estos meses no tendrán alimentos y luego viene el invierno.

Preocupa la destrucción de la sierra de Navalacruz

Las pérdidas han trascendido lo económico y muchos vecinos de las localidades afectadas coinciden en la "rabia e impotencia" de ver como la sierra de Navalacruz ha quedado completamente calcinada. "Se te cae el alma al suelo. Ves como todo lo que conoces y quieres está destruido y no puedes hacer nada", indica Jesús Martín, alcalde de Solosancho.

Además, desde Riofrío, manifiestan su tristeza por una sierra "tan antigua" y por la que muchas personas han disfrutado de tantos paseos y rutas forestales, y ahora "todo ha quedado negro". Un auténtico drama medioambiental.

Los vecinos siguen sin poder consumir agua del grifo

El incendio también ha afectado a los acuíferos y manantiales que suministraban agua a las localidades entre los municipios de Navalacruz y Cepeda de la Mora. Ante la imposibilidad de beber agua del grifo por la presencia de ceniza y humo, la Diputación de Ávila ha tenido que repartir durante estos días 30.000 litros entre los pueblos.

Concretamente, se distribuyeron 39 palés con garrafas de 5 litros: tres en Riofrío, tres en Villaviciosa, cuatro en Robledillo, ocho en Navalmoral, siete para Navarredondilla y San Juan del Molinillo, cinco en Navalacruz y nueve en Sotalbo.

Elvira Galán, de la Asociación Sierra de Yemas, relata desde Riofrío la terrible situación que se está viviendo con el agua: "No podemos beberla, solo para lavar porque está sucia. Cuando se pone una lavadora, acaba oliendo mal". Además, destaca el miedo a que vengan las lluvias, debido a que la depuradora no está funcionando. Por ello, hace un llamamiento a que las instituciones actúen rápidamente: "Necesitamos mucha ayuda y que no se deje de hablar de esto es fundamental".